El gobierno de Italia reclamó “gestos enérgicos” a las autoridades del fútbol de ese país, lo que no excluye la suspensión de campeonatos, al día siguiente de los violentos enfrentamientos entre “tifosi” y policías tras la muerte de un hincha por el disparo de un agente. De hecho, la Federación decidió suspender los partidos de las Series B y C (segunda y tercera división) del domingo. El Observatorio de las manifestaciones deportivas, organismo dependiente del Ministerio del Interior italiano, decidió prohibir el desplazamiento de aquellos hinchas fichados como violentos. “Sólo los grupos (de hinchas) que hayan dado prueba de deportividad y corrección” podrán ser autorizados a ver los partidos de visitante de sus equipos.

“Todo el mundo comparte la necesidad de gestos enérgicos y significativos de parte del mundo del fútbol”, declaró la ministra de Deportes, Giovanna Melandri, tras una reunión en compañía de los presidentes de la Federación de Fútbol (FIGC) y del Comité Olímpico Italiano (CONI).

“Los valores del fútbol fueron dos veces violados, porque un joven resultó muerto y por la violencia que desencadenó. Pedí a los directivos evaluar hasta la posibilidad de suspender los campeonatos en las próximas semanas”, agregó la ministra Melandri.

El policía que disparó el tiro mortal había afirmado que éste fue accidental, en declaraciones recogidas por el Corriere della Sera. “No le apuntaba a nadie. Estaba al menos a 200 metros, ¿cómo habría podido? El primer disparo lo lancé al aire y el segundo salió cuando estaba corriendo. Estoy hundido”, declaró, según el diario italiano. “De este modo he destruido dos familias, la de ese chico y la mía”, añadió. Según el diario, el policía, de 31 años, habría debido, según el reglamento, meter su arma en la cartuchera tras el primer disparo de intimidación.

El abogado de la familia de la víctima, Gabriele Sandri, un discjo-ckey romano de 28 años, afirmó que la muerte del joven fue un “homicidio voluntario”.

El domingo, unos 200 barras se enfrentaron con la policía en los alrededores del estadio Olímpico de Roma, pero se practicaron sólo cuatro detenciones. La Fiscalía de Roma acusó por “acciones terroristas” a los barras que protagonizaron esos disturbios.