Miguel Angel Russo continuará en 2008 en el cargo que ocupa en Boca desde el año pasado sólo si el equipo gana el Mundial de Clubes que se disputará en Japón en los próximos días. Pedro Pompilio, quien asumió la presidencia del club, ha insistido en que la tarea de Russo será motivo de análisis a finales de año, pese a que con él el conjunto boquense obtuvo la Copa Libertadores en junio último.

Consciente de su situación, Russo dijo que interpreta la participación de Boca en el torneo de Japón “como un premio y no como una prueba”, aunque los mensajes de la directiva en los últimos tiempos indican lo contrario. La semana pasada, cuando el equipo quedó fuera de carrera en la lucha por el título del torneo Apertura, que obtuvo Lanús, Diego Maradona visitó al plantel y a Russo en una demostración de apoyo.

El lunes, Pompilio anunció que Maradona fue designado asesor futbolístico del club y horas después varios medios de prensa publicaron una versión según la cual el ex futbolista envió un emisario a conversar con Diego Simeone, entrenador de Estudiantes, para ofrecerle el cargo en el caso de que los boquenses no ganen el Mundial. La versión fue desmentida ayer por el propio Maradona (ver aparte).

Pompilio había manifestado en junio su plena satisfacción con Russo, pero el bajón del equipo en el Apertura, cuando dejó de contar en sus filas con Juan Román Riquelme, que había sido cedido a préstamo por el Villarreal durante cuatro meses, le hizo decir ahora que la situación del técnico será evaluada a finales de este mes.

La impresión que ha quedado en el club es que la obtención de la Copa Libertadores se debió principalmente al rendimiento superlativo de Riquelme, fichado ahora definitivamente por decisión de Pompilio en alrededor de 15 millones de dólares.

Pompilio hizo lo imposible para que Riquelme pudiera jugar el Mundial de Clubes, pero el reglamento del torneo lo impidió porque su nombre no figuraba en una lista preliminar entregada por el club en agosto pasado. Todo indica que el nuevo presidente de Boca está dispuesto a marcar diferencias con su antecesor, Mauricio Macri, quien tuvo a Maradona como miembro de la comisión de fútbol hasta que el ex futbolista dejó de aparecer por el club.