En 50 años de historia, Arsenal de Sarandí tiene un título de Primera D en 1962, y como su estadio tiene capacidad para 18.300 espectadores –muchas menos de las 40 mil necesarias para una final– tuvo que pedir prestado el de Racing; en cambio, el América de México, el poderoso equipo de la no menos omnipotente cadena Televisa de los Azcárraga, juega de local en el estadio Azteca ante no menos de 100 mil espectadores y llenó sus vitrinas con diez trofeos de liga mexicanos, seis copas Concacaf y dos Interamericanas. Sin embargo, Arsenal conserva una ventaja: viene de ganar 3-2 el partido de ida en el Azteca y cuenta con muchos boletos para quedarse con la Copa Sudamericana, lo que sería el primer halago de su historia profesional.

A diferencia de la Copa Libertadores, en esta final de la Sudamericana los goles de visitante valen doble, lo cual favorece aún más a Arsenal: eventuales derrotas 1-0 o 2-1 no le harán perder la posesión del trofeo. El América necesita ganar por dos goles de diferencia para llevarse la Copa Sudamericana fuera de América del Sur.

Arsenal, más cómodo para el contragolpe que en el protagonismo, jugará con la necesidad del visitante. Un empate, obviamente, favorecería al equipo argentino, que empató todos los partidos que jugó como local en esta Copa: 1-1 con San Lorenzo y Goiás, 0-0 con Chivas y River.

“Este es el partido más importante de nuestras vidas y tenemos que estar serenos y concentrados. No se nos puede escapar esta final, aunque sabemos que ellos tienen un gran equipo y nada está definido”, señaló Andrés San Martín, una de las figuras del equipo.

“América estuvo en peores situaciones y salió adelante. ¿Por qué no puede suceder lo mismo? Estamos recuperados en lo anímico y tenemos la ilusión de levantar la Copa. Necesitamos un 20 y podemos conseguirlo. Si no esperáramos ganar, ya nos habríamos ido de vacaciones”, aseguró el técnico argentino del América, Alberto Daniel Brailovsky.

“Quedan 90 minutos y que van a ser muy duros para Arsenal –afirmó Alejandro Gómez, la figura del equipo de Sarandí en México–. América va a salir a buscar el resultado porque tiene la obligación y es un equipo grande”, confió.

“Vamos a enfrentarnos a un equipo que tiene fuerza y que juega los partidos con mucha fe. Antes no éramos los favoritos de nadie, en México decían que nos iban a golear, igual que cuando fuimos a jugar con las Chivas, pero gracias a la unidad del grupo revertimos esa imagen y ahora estamos en un lugar de privilegio”, sentenció Aníbal Matellán.