DEPORTES › VIOLENCIA FUERTE DECLARACION DE UN BARRABRAVA DE RIVER EN LA JUSTICIA

Le embarran la cancha a Aguilar

Aseguró que Hugo Rousseau “cuidaba los intereses” del dirigente ante las aspiraciones de Alan Schlenker “de ser presidente” del club.

Alan Schlenker, uno de los barrabravas detenido por el crimen de Gonzalo Acro, “tenía aspiraciones para llegar a la presidencia de River”, pero ello “molestaba” al líder del grupo antagónico, Adrián Rousseau, quien “se encargaba de cuidar los intereses de (José María) Aguilar”, el actual titular del club de Núñez. Así lo declaró el último hincha en ser detenido por el crimen de Acro, Emanuel “Rocky” Raposo, durante la declaración indagatoria que durante dos días dio ante el juez de instrucción Luis Rodríguez.

El mayor de los Schlenker y Rousseau, incluso, discutieron sobre esa situación en plena tribuna del estadio Monumental durante un partido: “Alan señaló que Adrián injustamente quería obstaculizar su carrera política, porque se ponía enfrente de Aguilar”, señaló Raposo.

Según documentación, las aspiraciones políticas de Alan Schlenker, quien además habría “mandado a medir” su eventual intención de voto a través de una encuesta, sería uno de los motivos por los cuales se partió la barra brava de River. Otra razón, vinculada indirectamente con ésa, sería –siempre según el relato de Raposo ante el juez– la preferencia y los consecuentes beneficios económicos que el presidente Aguilar habría destinado a favor del grupo de Rousseau. Los seguidores de los Schlenker recriminaron a su líder por los beneficios que obtenía el grupo de Rousseau, en detrimento de ellos mismos.

“Alan decía que todavía no había conseguido arreglar con la dirigencia, como eludiendo la discusión. Sólo dejaba en claro que estaba en desacuerdo con Aguilar”, relató Raposo. Según el barrabrava, el último detenido por el crimen de Acro, Rousseau obtenía entradas para los partidos de fútbol e incluso para recitales musicales que se realizaban en River, lo que, presume, provenía de la institución.

Incluso cuando se repartieron los viajes de la barra de River al Mundial de Alemania 2006, cuando los grupos antagónicos aún no se habían enfrentado, Alan Schlenker y Rousseau estuvieron juntos en los quinchos del club, escenario de un enfrentamiento posterior.

“Adrián repartió camisetas y pelotas a modo de premio consuelo para los que no viajaban”, mientras que “Alan también tomó la palabra y remarcó que unos 34 viajes ya habían sido cubiertos por el club, y que iban a pedir más plazas para que también otros pudieran ir hacia Alemania”. Por último, Raposo dijo descreer que Alan Schlenker haya sido el autor del crimen: “No puedo creer que el Rubio haya hecho algo así. No sé, No creo”.

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