Viernes, 11 de enero de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE EE.UU. CONDENO LA OCUPACION ISRAELI
Por Donald Macintyre *
Desde Ramalá
El presidente George Bush pidió anoche a Israel que le pusiera fin a lo que inequívocamente llama su “ocupación” del territorio capturado en 1967 y propuso una “compensación” como forma de resolver el tema de los refugiados palestinos. Mientras su primera visita presidencial de tres días a Israel y a Cisjordania llega a su fin, el presidente de Estados Unidos fue más lejos aún al promocionar lo que con optimismo había predicho sería un “tratado de paz firmado” entre Israel y el presidente palestino Mahmud Abbas, “para cuando yo deje mis funciones” en enero de 2009.
La inusual –para él– elección de Bush de la palabra “ocupación”, un término que le causa gran desagrado a la derecha israelí, llegó después del día en que había tratado, tras una reunión aquí con Abbas, de mostrar que entendía la frustración de los palestinos ante los cientos de puestos de control israelíes en la ocupada Cisjordania. También advirtió a Israel de su obligación de negociar un Estado independiente palestino “contiguo”. Bush no se desvió de su formal posición de apoyar el rechazo de Israel al pedido de larga data de los palestinos de tener el “derecho a volver” a Israel por parte de las familias de los refugiados que huyeron o fueron echados de sus hogares durante la guerra árabe-judía de 1948.
Pero mientras su referencia a los “mecanismos internacionales, incluyendo una compensación”, estaba muy en la línea de las propuestas hechas por su predecesor Bill Clinton en las abortadas negociaciones de Camp David en 2000, es la primera vez que públicamente habla del tema. A pesar de su uso más fuerte del lenguaje para confrontar a Israel, así como a los palestinos, con la necesidad de hacer lo que él llamó “duras concesiones” en las conversaciones que está tratando de empujar hasta el año que viene, Bush repitió su promesa de 2004 al primer ministro de entonces, Ariel Sharon, de que Estados Unidos esperaba que Israel mantuviera los bloques del mayor asentamiento judío de la Cisjordania en la “etapa final” de la negociación con los palestinos. Dejó en claro que tal negociación necesitaría “acordar mutuos ajustes” a las fronteras de 1967 para “reflejar las realidades actuales”.
Bush nombró al teniente general William Fraser, asistente en jefe de las fuerzas armadas, para monitorear la implementación por parte de ambos lados de obligación bajo la moribunda Hoja de Ruta. Esto requiere que Israel congele toda la “actividad de los asentamientos” que Olmert insiste que no cubre el este de Jerusalén o los asentamientos existentes. También requiere que los palestinos actúen contra el terrorismo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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