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Yugoslavia debió apelar a todos sus recursos para remontar un marcador adverso y superar anoche a Nueva Zelanda por un finalmente cómodo 89-78 y avanzar a la final del Mundial. La figura para el triunfo yugoslavo fue el pivote Dejan Koturovic, quien anotó 18 puntos. Entre los neocelandeses -de notable actuación en el Mundial, donde superaron todas las expectativas– se destacó John Penney (24).
El representantivo de Oceanía no pudo contar con su figura, el pivote Sean Marks, quien se lastimó un ojo en el partido frente a Argentina en la primera fase. Los “Tall Blacks” tuvieron un gran comienzo de juego y con su puntería y juego ordenado en el ataque sorprendieron al colocarse al frente por 19-9 y terminar el primer cuarto 30-19. Sin embargo, los yugoslavos se fueron soltando frente a la cerrada defensa de Nueva Zelanda y poco a poco comenzaron a revertir la situación. Con todo, fue recién en el tercer cuarto cuando los balcánicos dieron vuelta el marcador, haciendo pesar su mayor potencia física y capacidad de recambio.
Yugoslavia, una de las potencias históricas del básquet mundial, defenderá el título logrado en Grecia ‘98 después de un mal comienzo en Indianápolis. Mientras Argentina ha llegado invicta en ocho al partido por la medalla dorada, Yugoslavia acumuló seis triunfos y dos derrotas, ante España y Puerto Rico. Pero sin duda los campeones mejoraron ostensiblemente en los últimos cuatro partidos y van por más.