Desde que se le empezó a dar importancia a las estadísticas, Francisco Varallo siempre fue el goleador histórico de Boca. Sus 180 goles entre 1931 y 1939 parecían una marca inalcanzable, por lo que nunca hubo margen para ninguna duda. Hasta que en 1997 apareció por la Boca un rubio platinado, que con la camiseta alternativa –la blanca con la franja azul y las polémicas rayitas amarillas–, el 30 de septiembre marcó su primer gol en el club a Independiente y empezó a contar. Diez años después, comenzaron las polémicas sobre las cifras reales, para saber si la famosa marca de Don Pancho corría verdadero riesgo. Y a partir de los dos goles que Martín Palermo le convirtió a San Martín de San Juan, el debate está más abierto que nunca. Con 179 tantos, el actual goleador estaría en condiciones de igualar el record el próximo domingo, cuando Boca, justo, visite a Gimnasia en el estadio Ciudad de La Plata. Su clásico rival desde chiquito y el equipo que más lo sufrió, con nueve goles. Sin embargo, ¿esas cifras son reales?

Desde que llegó a Boca, Palermo convirtió 149 goles en los torneos de la AFA. Si se toma ese número puro, le estarían faltando 31 tantos para igualar a Varallo, que entre 1931 –el primer año del profesionalismo– y 1939 logró 180. Sin embargo, a Palermo se le suman los 30 que logró en competiciones internacionales, como Copa Libertadores, Intercontinental, Sudamericana y Recopa. Con esa cosecha, se llega a los 179, que motivaron hasta una campaña de la marca Puma, de regalar 180 botines de los que usa Palermo con la referencia de cada uno de los goles que convirtió en el club.

Está claro que Varallo no tuvo esa chance. En su apogeo, no había torneos internacionales organizados por la Confederación Sudamericana. Sin embargo, en su trayectoria convirtió 14 goles más en certámenes oficiales de la época, como la Copa Competencia, la Copa Beccar Varela o la Copa Adrián Escobar. Entonces, si se le contaran esos tantos, Pancho, de 98 años, tendría 194, de acuerdo con un preciso resumen de la página www.informexeneize.com.ar, que detalla todos las conquistas de los dos futbolistas. Por eso, si a los dos se les cuentan todos los goles oficiales, a Palermo le restarían 15 para alcanzar a Varallo. Las mismas cifras se pueden encontrar en www.historiadeboca.com.ar.

Claro que para complicar un poco más el panorama, esta cuenta está limitada al profesionalismo. Varallo es el máximo goleador de Boca con los tantos enumerados desde 1931 hasta la fecha. Pero si se toma en cuenta toda la historia de Boca, incluida la etapa amateur, ni siquiera el único sobreviviente del Mundial del ’30 tendría el honor de ser el mayor goleador histórico de Boca. Es que sumados los goles logrados en el amateurismo y en el profesionalismo, el máximo anotador de la historia del club sería Roberto Cherro, que entre 1926 y 1938 logró 221 goles. Cherro, gran amigo de Varallo y su protector en los primeros tiempos en el club tras llegar desde Gimnasia, logró 115 tantos en la etapa amateur y 106 en el profesionalismo.

Incluso, con este parámetro, Palermo, por el momento, ni siquiera podría subir al podio de los goleadores históricos de Boca. Es que detrás de Cherro y Varallo, el tercer lugar le pertenece a Domingo Tarasconi, que también dividió su cosecha entre la era amateur y la profesional. En total, entre 1922 y 1932, Tarasconi convirtió 193 goles, uno menos que Varallo y 14 más que Palermo.

Más allá de las polémicas, hay datos que son irrefutables en favor de Palermo. En el fútbol profesional, el nueve de Boca ya superó a Varallo en la cantidad de goles, con 183 tantos (149 en Boca, 34 en Estudiantes), y se ubica 15º entre los goleadores históricos (ver aparte). Y también tiene un plus que no suma para las cuentas, pero que marca su capacidad. A los 179 goles oficiales en Boca, hay que agregarles los 26 que logró entre amistosos y torneos de verano. Así, en total, Palermo convirtió 205 goles con la camiseta de Boca. Un número que no es record, pero que parece irreal para estos tiempos. Y que, además, da la sensación de que seguirá aumentando.