Ni un día de descanso se tomó Diego Simeone. Luego del título del Clausura conseguido el domingo, el entrenador de River ya empezó la búsqueda de refuerzos para la próxima temporada. Y en ese sentido, uno de los primeros futbolistas que podrían llegar a Núñez es un viejo conocido. Tras nueve años de ausencia y luego de sus pasos por Atlético Madrid, Real Madrid e Inter, Santiago Solari está cerca de convertirse en la nueva incorporación de River de cara al Apertura y la Copa Sudamericana.

Más allá del título conseguido, está claro que se vienen muchos cambios en el plantel de River. Algunos obligados, por ventas ya concretadas, y otros por decisión del entrenador. Además, de acuerdo con la declaración de Simeone, este equipo está desbalanceado, por la gran cantidad de delanteros y de volantes de contención, en contrapartida con las pocas variantes de mediocampistas mixtos o de vocación ofensiva. Por eso, uno de los primeros nombres que surgieron fue el de Solari, que tuvo muy poca participación en el Scudetto que obtuvo el Inter y que tiene ganas de regresar al país luego de nueve años en el exterior.

“Los grandes jugadores en una institución como River siempre serán bienvenidos. Esperamos conversar en estos días con los dirigentes para conformar el futuro plantel, porque está claro que el equipo tiene necesidades”, comentó Simeone en Radio del Plata cuando lo consultaron por la posibilidad. Lo cierto es que Solari ya tendría arreglada su desvinculación del Inter y sólo faltaría acordar su situación con River. Simeone lo conoce bien, ya que compartieron muchas convocatorias y partidos en la Selección argentina.

El volante rosarino, que en octubre cumplirá 32 años, se inició como profesional en River, luego de haber hecho inferiores en Renato Cesarini, el club de su tío Jorge. Luego de debutar en 1996 y participar en el tricampeonato con Ramón Díaz como entrenador, el volante se fue en enero de 1999 al Atlético de Madrid, en un pase que generó polémicas. Como Solari quedaba libre en junio de ese año, River lo vendió apurado, por 4 millones de dólares, una cifra bastante menor a lo que se suponía que era su cotización. Por eso, muchos dirigentes e hinchas lo acusaron de forzar la transferencia. Firme con sus convicciones, a Solari no lo importó que desde la AFA se lo amenazara con no convocarlo más a la Selección argentina (en ese momento era uno de los preferidos de Marcelo Bielsa) para inducirlo a renovar su vínculo con el club.

Luego, en Europa actuó con éxito en el Atlético, lo que le valió su pase al Real Madrid. Allí, por más que no era un “galáctico”, siempre se las ingenió para ser importante y ganarse minutos en un equipo plagado de estrellas. Hace tres años, dejó el equipo español para recalar en el Inter, club en el que obtuvo tres Scudettos, aunque cada vez con menos participación en cada partido.