El técnico de Boca, Abel Alves, expresó su felicidad por el triunfo ante River por 2-0 e ironizó al señalar que “ojalá que todos los rivales tengan el color rojo y blanco”. “Tuve una reunión con los jugadores y los felicité por el triunfo. Hablé con ellos y les dije que ojalá que todos los equipos que enfrentemos tengan el color rojo y blanco, porque el jugador de Boca se transforma cuando ve esos colores”, expresó Alves, quien le dedicó el triunfo “a los plateístas, a la Doce, a los directivos y a los que apoyaron en estos momentos difíciles”.

En la euforia del triunfo, el DT se acordó de las críticas que recibió. “Hubo muchas cosas que se dijeron que me dolieron, que no eran ciertas, como que no tenía ‘huevos’ y que me quedaba grande el saco de entrenador de Boca. Quiero decirles que lo que me sobran son ‘huevos’ y no me va a parar nadie. De acá me van a sacar con los pies para adelante. Me voy a ir de Boca ganador, por eso les aseguro que nunca pensé en renunciar”, anunció el entrenador, desafiante.

Luego, el DT se encargó de desmentir las versiones que corrieron sobre una supuesta intención de “borrar” del superclásico a Martín Palermo y Juan Román Riquelme. “Martín y Román son una institución dentro del club, no sé de dónde salieron esas cosas”, se quejó Alves. Y respecto de la formación y el planteo táctico que utilizó para ganar el superclásico, añadió: “Sabía que si formaba un mediocampo combativo y veloz iba a tener ganancia. Quería que la defensa tuviera mucha actitud. Todos cumplieron e hicimos un muy buen partido”.