Un grupo de barrabravas pretendió acceder a la concentración argentina en Pretoria, presumiblemente para solicitar dinero y entradas para los partidos de la Selección, y dialogaron con el jefe de seguridad de la delegación, Pablo Fernández Toucido. Otra versión indicaba que hablaron de “temas de seguridad”. Ayer, la ONG Familiares de Víctimas de la Violencia en el Fútbol Argentino (Favifa) denunció penalmente a Julio Grondona por su presunta responsabilidad en el viaje “de casi treinta barrabravas” en el mismo avión que trasladó a la Selección a Sudáfrica. “Debe investigarse si este viaje de barrabravas es financiado por una conexión política con el gobierno nacional”, apunta la demanda presentada ante el Juzgado de Instrucción Nº 30, a cargo de Jorge López. El sábado, la AFA había negado “relación directa, indirecta o circunstancial” de los barras en su página web.