La central atómica Atucha II estará terminada en septiembre del año próximo y sumará 692 megavatios de potencia neta al sistema eléctrico nacional, cifra equivalente al 4 por ciento de la energía que se consume en el país. La construcción se había iniciado en 1981, pero se interrumpió en 1994 y recién se retomó en noviembre de 2006, ya como parte del Plan Nuclear Argentino que está llevando adelante el gobierno nacional para diversificar la matriz energética. La fecha de puesta en marcha del emprendimiento se conoció ayer, durante la celebración por el 60º aniversario de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). “Debemos darles las gracias a los que resistieron y nos dejaron la base desde donde relanzar los proyectos”, aseguró Cristina Fernández de Kirchner, en homenaje a los trabajadores que durante la presidencia de Carlos Menem permanecieron en la entidad sólo realizando tareas de mantenimiento.

La energía nuclear había sido dejada paulatinamente de lado durante la década del 80 y entró en una etapa terminal cuando Menem paralizó las obras, redujo drásticamente el presupuesto de la CNEA, abrió retiros voluntarios y cerró las vacantes para el ingreso de nuevo personal de planta, mientras intentaba infructuosamente privatizar las centrales existentes. La actividad quedó librada a su suerte hasta que el gobierno de Kirchner apostó por su reactivación y comenzó a incrementar el financiamiento.

En 2003 el presupuesto de la CNEA era de 93 millones de pesos, y este año llegó a 756 millones, lo que permitió incorporar a más de 800 personas, entre ellos muchos jóvenes que motivaron a varios técnicos ya jubilados a volver a la entidad para transmitir sus conocimientos ad honorem. En la carpa montada ayer en el Centro Atómico Ezeiza estaban todos aprovechando el aniversario de la CNEA para celebrar el resurgir del sector. “Durante mucho tiempo, algunos por prejuicio y otros por interés, habían dejado de lado la energía nuclear, pero ahora se está retomando la actividad no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo”, afirmó Cristina Kirchner, quien participó de los festejos junto al ministro de Planificación, Julio De Vido; su par de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; los gobernadores Daniel Scioli, Beder Herrera y Gildo Insfrán y la titular de la CNEA, Norma Boero.

El Plan Nuclear Argentino no sólo contempla la finalización de Atucha II, sino también la concreción del proyecto Carem 25, el primer reactor de potencia realizado íntegramente con tecnología nacional (Embalse es canadiense y Atucha alemana). En lo que refiere a Atucha II, la inversión prevista desde su reactivación hasta que concluya la obra es de 2200 millones de dólares. La obra civil ya está terminada, las cañerías y los montajes mecánicos presentan un grado de avance del 90 por ciento y este año se realizará el montaje eléctrico y la instrumentación. “Pensamos terminar en septiembre de 2011 y a partir de ese momento la central debería estar operativa”, señaló José Luis Antunez, vicepresidente de Nucleoeléctrica y director del proyecto. La dotación de personal con la central funcionando será de 500 personas.

El Carem 25, por su parte, es un prototipo de 25 megavatios que está desarrollando la CNEA y que podría estar operativo en 2014. “Ya está lista la licitación para la ingeniería civil y el recipiente de presión. A fin de año se iniciará la construcción”, afirmó a este diario Norma Boero. Con la información que se genera con ese prototipo, más la experiencia acumulada, se construirá un Carem de 150 megavatios que se instalará en Formosa, de hecho ayer se firmó un convenio con el gobernador Insfrán para empezar a buscar los terrenos adecuados. Ese tipo de reactores también se podrá exportar a países que quieren iniciar su programa nuclear o incrementarlo gradualmente. “Hay muchas naciones interesadas. Canadá, por ejemplo, lo pide para sus zonas mineras del norte”, aseguró Boero. Además, el Plan Nuclear contempla actividades de exploración para extraer uranio en La Rioja, avanzar con el enriquecimiento de ese metal en Picaniyeu e incluso la construcción de una Atucha III, para lo cual se negoció con Canadá, Rusia, Corea del Sur y Francia.

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