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En un partido parejo y con escasas emociones, el seleccionado de Japón consiguió ayer una importante victoria en su debut en la Copa del Mundo al vencer por 1-0 a Camerún, por el Grupo E.

El conjunto asiático encontró la apertura del marcador a los 38 minutos, en su primera llegada clara, merced a un centro preciso enviado desde la derecha por el volante Daisuke Matsui que fue transformado en gol por el talentoso Keisuke Honda, que juega en el CSKA Moscú.

Poco habían entregado ambos conjuntos hasta ese momento: Camerún presionó sin éxito a una sólida defensa japonesa y ni siquiera su estrella, Samuel Eto’o, pudo hacer valer su jerarquía, aunque de sus pies vino la primera y casi exclusiva chance que tuvo el conjunto dirigido por el francés Paul Le Guen. Eto’o habilitó por la derecha a Webo, que llegó al fondo y envió un centro que no pudo conectar Choupo-Moting para marcar la apertura.

Recién a los 37 de la misma etapa, Camerún llegó nuevamente con peligro cuando un disparo de Eyong (Ajax) fue contenido con seguridad por el correcto arquero japonés Kawashima.

En la segunda etapa, Camerún salió con todo a presionar a su rival y a los tres minutos Eto’o desbordó por la derecha para enviar un centro atrás que Choupo-Moting conectó para mandar muy cerca del ángulo.

La arremetida del conjunto africano fue, sin embargo, apenas un espejismo, ya que no volvió a contar con jugadas de riesgo y se diluyó en el enmarañado esquema que le opuso su disciplinado oponente.

Por el lado de Japón, contó con algunas ocasiones para aumentar la diferencia, primero con un desborde de su único delantero, Yoshito Okubo, que fue detenido con falta a centímetros de ingresar al área, y luego con un remate de Makoto Hasebe, que tapó el arquero Souleymanou.

Cerca del final, Camerún casi consigue la igualdad cuando un disparo de larga distancia de Stephane Mbia pegó en la punta del travesaño.

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