La fiebre mundialista desatada en todo el globo por la Copa del Mundo en Sudáfrica parece no tener límites... Pero los tiene: en Somalia los amantes del fútbol sólo pueden seguir los partidos a escondidas. Muchos de ellos ya fueron arrestados. “Advierto a todos los jóvenes somalíes que no vean los partidos, porque no es más que una pérdida de tiempo y dinero”, dijo el jeque Mohamed Abdi Aros, portavoz de la milicia islamista Hizbul Islam. El grupo radical detuvo el domingo a 14 adolescentes en Afgoye, al oeste de la capital Mogadiscio, al descubrir que estaban siguiendo la goleada de Alemania contra Australia. Según la agencia EFE, los torturaron y les afeitaron la cabeza en señal de escarnio.

“Estábamos mirando el partido cuando los milicianos tiraron la puerta abajo, abrieron fuego, nos golpearon hasta que algunos de nosotros perdimos el sentido y luego nos arrestaron a todos”, dijo un joven, Abdi Yare, que confirmó que tanto él como sus amigos recibieron 39 latigazos cada uno y sus cabezas fueron afeitadas antes de ser liberados.

También Al Shabaab, otra milicia radical, prohibió la emisión de partidos por televisión o radio al considerarlo “no islámico”. En las amplias zonas de Mogadiscio controladas por estos grupos es imposible encontrar una pantalla que emita algo del Mundial. Sólo en pequeñas áreas protegidas por fuerzas de paz de la Unión Africana es seguro ver un partido.