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El análisis profundo de todo resultado deportivo nos lleva a descubrimientos sorpresivos y motivantes acerca de nuestras realidades. La entrada del handball argentino a la élite mundial con los recientes éxitos que coronan 10 años de continuos progresos colocan a nuestro país en una infrecuente y muy difícil de lograr posición de privilegio mundial, en cuanto a su figuración internacional en los más populares deportes de equipo del nuevo Programa Olímpico. Así resulta que Argentina está entre los mejores del mundo en fútbol, básquet, voley, hockey, rugby y ahora en el handball.

Resulta interesante observar que los principales países del medallero olímpico en Beijing 2008 (China, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y Australia), que cuentan con enormes inversiones para su deporte, no están tan bien posicionados en todas esas disciplinas, y que sólo Alemania y quizá Francia, entre los países líderes, podrían acercarse a la comparación del potencial en los deportes en equipo con nuestro país.

Asimismo, vemos que el crecimiento competitivo y también el desarrollo de estos deportes ha sido continuo en los últimos años, lográndose grandes resultados en competencias internacionales en las categorías juveniles. La gran cantidad de practicantes también es muy importante para el tamaño de población de nuestro país en comparación con otros y resulta un punto crucial en la compleja ecuación entre la alta competencia, la actividad masiva federativa y el deporte social que encuentra también a varios de estos deportes presentes en diversos juegos regionales y nacionales, asegurándose de este modo su popularidad y el continuo recambio.

Los deportes individuales, salvo el tenis y algún otro, son, en la mayoría de los casos, de difícil masividad por sus características y necesidades particulares y también por su menor difusión entre la población.

Sin embargo, la reciente creación y puesta en marcha del Enard, el ente mixto conformado por la Secretaría de Deporte y el Comité Olímpico, puede resultar un paso decisivo para muchos deportes individuales, no sólo por la provisión de más recursos a los actuales Programas Federativos, sino también para desarrollar nuevos programas de detección y apoyo a los jóvenes talentos de los diferentes deportes.

Como dije al principio, del análisis de los resultados surgen ideas para mejorar lo realizado y también las indispensables caricias que permiten reconocernos como país y afirmarnos en nuestros logros.

* Director nacional de Deportes.