El misionero José Acasuso (256º) volvió a sorprender con una nueva victoria, esta vez ante el uruguayo Pablo Cuevas (64º) por 6-7 (2), 7-5 y 6-1, y así se metió en los cuartos de final de la Copa Claro, el ATP de Buenos Aires, donde lo espera el español Nicolás Almagro (13º), que ayer se impuso ante el correntino Leo Mayer (100º) por 6-7 (3), 6-1 y 6-3. Con esta victoria, Acasuso confirmó el entusiasmo que había generado con su victoria en el debut ante el ascendente ucraniano Alexandr Dolgopolov.

Frente a Cuevas, el misionero tuvo un primer set parejo y tras quebrar el servicio de su rival en el decimoprimer juego, en la primera oportunidad de tres, sacó para asegurarse la manga pero, sorpresivamente, cedió la iniciativa al uruguayo, quien no sólo recuperó el quiebre sino que luego lo apabulló (7-2) en el tie break.

Acasuso sintió el golpe y no dejó dudas de ello cuando, pese a salvar un break point, volvió a ceder su saque en el primer juego del segundo set.

Condicionado, llegó 2-4 al séptimo juego, y tras recuperarse de cuatro pelotas de quiebre, que le hubieran dado al uruguayo una inmejorable chance de cerrar el partido con su servicio, dejó el marcador 3-4. A partir de este momento, el público comenzó a pedirle a Chucho que redoblara su esfuerzo para recuperar el quiebre. Dos chances tuvo el misionero para lograr su cometido, la primera la perdió con un error no forzado; la segunda con un tiro ganador de Cuevas. Luego contó con una tercera chance, pero otra vez Cuevas la restó con otra derecha ganadora, para finalmente llevarse el juego y dejar el marcador 5-3.

El público volvió a insistirle a Acasuso para que se metiera en el partido. Y Acasuso acusó el recibo: mantuvo su servicio y consiguió quebrar al uruguayo en el décimo game para dejar el marcador 5-5 y, finalmente, apoyado en el público, cerrar la manga 7-5.

“Olé, olé, olé, olé, Chucho, Chucho”, bajaba el aliento desde las plateas. Y con ese impulso, Acasuso encaró de la mejor manera la última manga. Quebró al uruguayo en el tercero y se puso 4-1 arriba. Después volvió a quebrarlo en el sexto para ponerse 5-1 y sacar para partido. No fue fácil el cierre. Arrancó 0-30 abajo, emparejó y se puso 40-30, y lo cerró con un remate impresionante, que Cuevas vio pasar a su derecha.