DEPORTES
El origen de la riqueza
–¿No le incomoda que el fútbol sea dinero para la televisión, para los clubes, para los jugadores...?
–Para el hincha también es dinero, porque lo pone. Y el hincha lo sabe. Por eso esas vanguardias, comandadas por personajes nefastos pero vanguardias al fin, luchan como una especie de capitalismo independiente por el dinero que circula dentro del fútbol. Es muy gracioso escuchar los comentarios bien pensantes acerca de la violencia en el fútbol y los barrabravas y todo eso, cuando en realidad son sectores, más desprolijos si se quiere, que luchan por el mismo queso que los otros, más elegantes, como algunos periodistas o algunos ejecutivos.
–¿Sobrevivirá?
–Por suerte, el fútbol es un juego extraordinario, un evento que trasciende las fronteras y que, por más dominio que haya sobre él, seguirá existiendo. Es un tiempo de goce, de placer. Y también tiene algo familiar, de un ritual conocido, donde uno repite un eco más profundo, que a lo mejor desconoce o no puede nombrar, pero ahí hay algo de una práctica que uno sabe, conoce. Por eso no hay nada más lindo que ver fútbol con amigos. Después pasa que la propia naturaleza del juego va creando iconografías y entonces parece que Boca teniendo en su historia a Rogel, a Pernía, a Giunta, ahora a Cascini, tendería a favorecer ese modelo.