A diferencia de la Selección Argentina, la brasileña inició su concentración para el Mundial en medio de manifestaciones que alteraron su clima. Una multitud conformada por opositores a la organización de la Copa del Mundo cercó el ómnibus del plantel cerca del aeropuerto de Río, al grito de “¡un maestro vale más que Neymar!”, así como a su llegada al centro de entrenamiento de Granja Comary.

Unos 200 profesores bloquearon brevemente la salida del autobús con jugadores, en reclamo de un aumento salarial y contra el enorme gasto público en obras para la Copa Mundial. Gritaron consignas contra el Mundial, que comienza el 12 de junio, y pegaron autoadhesivos con la leyenda “No habrá Copa” en el micro de la selección brasileña. “¡No me interesa la Copa! ¡Quiero más dinero para la salud y la educación!”, coreaban algunos con narices de payaso.

Al cabo de una media hora, finalmente pudieron partir bajo escolta policial hacia la tradicional concentración de Granja Comary, en Teresópolis, en una región montañosa a 90 kilómetros de Río. Los manifestantes intentaron bloquear el paso del ómnibus, pero éste se desvió a último momento, aceleró y pudo esquivarlos. En la Granja Comary, en tanto, unos 50 manifestantes anti Copa recibieron la llegada de los jugadores. Los entrenamientos arrancan mañana, con la única ausencia de Marcelo.