DEPORTES › ENTRO DE CASUALIDAD, PERO EL JUVENIL FUE EL MEJOR
Un Cangele de último momento
Apareció por sorpresa. Nadie lo tenía en cuenta pero terminó siendo la figura de Boca en la final. A partir de la lesión en el calentamiento de Guillermo Barros Schelotto, a Franco Cangele se le abrió la posibilidad de integrar el equipo titular. Y el pibe de Francisco Madero no le falló a la confianza de Carlos Bianchi. En los primeros minutos se convirtió en el jugador más peligroso de Boca, a partir de su gambeta y su atrevimiento para encarar por los dos perfiles. Más tarde, de sus pies nació el gol de Boca. Primero le cometieron la infracción en el costado derecho y luego envió el centro para que Burdisso conectara de cabeza. Ya con el empate, siguió siendo el mejor atacante de Boca. Sin embargo, no pudo convertir el penal para completar una jornada inolvidable.
Llamativamente, el punto más bajo del equipo de Carlos Bianchi fue Tevez, que no tuvo una buena noche. Casi nunca pudo desequilibrar, salvo en dos ocasiones. En la primera resolvió mal porque adelantó la pelota y no pudo habilitar a Cangele. En la segunda, pasó entre dos defensores, pero llegó muy exigido al momento de definir.
En el fondo, el punto más alto resultó Burdisso, que además convirtió el gol del empate. Estuvo firme en el juego aéreo e intentó calmar cuando su equipo la pasaba mal. Tampoco su despedida pudo ser la ideal, ya que falló en su penal. En cambio, lo de Schiavi resultó muy flojo. Se cayó varias veces, perdió en el mano a mano y no dio sensación de seguridad. Para completar la floja tarea tiró su penal por arriba del travesaño. Clemente Rodríguez y Perea redondearon un partido aceptable, con más buenas que de las otras. El colombiano sumó un cruce muy importante con el partido 1-0, que podía haber marcado el final anticipado. Clemente participó mucho en el juego y se sumó con asiduidad al ataque. Lo de Abbondanzieri terminó siendo irreprochable. Tal vez se arrojó tarde en el golazo de Viáfara, pero luego se reivindicó con dos muy buenas tapadas en el partido. Y en la serie de penales cumplió con la contención de dos remates
El mediocampo de Boca, en conjunto, resultó la línea más baja del equipo. Si bien Villarreal, Cascini, Vargas y Cagna cumplieron en la recuperación, nunca le pudieron dar la dinámica que se necesitaba. Por eso, Boca nunca encontró profundidad ni tuvo llegadas para rematar el partido en los 90 minutos.