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La sensacional expectativa se transformó, en apenas un minuto y medio, en una profunda frustración. Esos noventa segundos encerraron el esperado debut de Lionel Messi en la Selección Argentina, los que distaron desde el ingreso del pibe rosarino en sustitución de Lisandro López, hasta la ridícula decisión del árbitro alemán Markus Merk de expulsarlo por un presunto codazo al jugador húngaro. Fue muy comprensivo José Pekerman con el joven jugador: “A Messi lo felicité porque entró al campo a jugar. Se fue expulsado porque lo tomaron de la camiseta después de su primera gambeta. Lo de la expulsión me pareció exagerado”.
Transcurrían 62 minutos del partido, la Argentina ya ganaba 2-1 y José Pekerman se decidió a hacer el primer cambio en el seleccionado nacional. El banco de suplentes ya llevaba un largo rato calentando y no extrañó que el técnico se decidiera por el chico del Barcelona, la estrella del Sub-20 campeón mundial en Holanda, al que había convocado por primera vez.
El que salió no fue D’Alessandro, que estaba jugando un aceptable partido, sino López, uno de los dos delanteros del equipo, con lo que Argentina quedó sólo con Crespo como ariete. La decisión del técnico pasaba por recuperar el control de la pelota y, de paso, darle media hora de estreno al futbolista al que todo el país quería ver en acción.
La primera pelota que tocó tuvo a D’Alessandro como receptor. La segunda lo vio encarando por la derecha, en tres cuartos de cancha, rumbo al área, seguido por el volante Vanczak, que lo traía agarrado de la camiseta. Messi le tiró un par de manotazos para intentar sacárselo de encima, y el tercero fue con el codo flexionado.
El jugador local cayó al piso y pareció exagerar la falta. El remolino indicó, de pronto, lo irremediable, aunque fuera absurdo. Merk amonestó a Vanczak por la falta original, pero expulsó directamente a Messi, un fallo precipitado e injusto, que no solamente sacó de la cancha al jugador que muchos quería ver, sino que prácticamente liquidó el partido, porque con un hombre menos, la Argentina se olvidó del partido, decidida a cuidar el resultado.
“¿Querés ser vos el protagonista? ¿No te das cuenta de que el pibe está debutando?”, lo encaró D’Alessandro, el único de los futbolistas argentinos que balbucea algo de alemán, al árbitro Merk.
“Fue una expulsión increíble, porque Lionel debutaba a los 18 años. Además considero que no fue la jugada para tarjeta roja, ni siquiera para amarilla”, comentó el jugador del Wolfsburgo alemán. “Un pibe de 18 años que está debutando en la Selección con tanta ilusión no puede ser castigado así. El árbitro debió ser más comprensivo, fue muy severo con Messi”, opinó a su tiempo Crespo.