Argentina, nación orgullosa de sus logros deportivos, seguía con cierta tensión la serie de triunfos del suizo Roger Federer. Una semana más de éxitos y se acababa uno de los grandes records del tenis moderno, el de los 46 triunfos consecutivos de Guillermo Vilas.

Pero entonces llegó Guillermo para salvar a Guillermo, Cañas para mantener el orgullo de Vilas y de varios millones de argentinos, casi resignados ya a que aquel quíntuple campeón mundial de Fórmula 1 que fue Juan Manuel Fangio haya sido superado por el heptacampeón alemán Michael Schumacher. ¿También Vilas se inclinaría ante un germanoparlante?

Cañas, número 60º del ranking, fue el encargado de decir “no”, en el que fue el mayor golpe tenístico de la temporada.

Viéndolo ganar y ganar parece difícil de creer, pero Federer asegura que no juega para los records sino para otra cosa. “No tengo los records en la cabeza, no busco eso”, dijo días antes de caer ante Cañas. “Si algo espera la gente de mí, es que gane Roland Garros.”

Federer ya sabía que podía quebrar el record de Vilas y se preocupó por elogiar al legendario zurdo argentino. “Con Vilas me llevo muy bien, nos vemos frecuentemente porque viene a muchos torneos. Me alegro cada vez que lo veo, estoy orgulloso del record momentáneo, y me gustaría que lo conserve, pero al mismo tiempo si lo quebrara estaría contento, y sé que él me felicitaría, porque en el tenis rige el fair play.”

No hizo falta. Federer deberá trabajar varios meses más –y, en efecto, conquistar Roland Garros– para dar forma a una racha similar este año. Y Vilas, que cuida sus records y su historia con orgullo y obsesión pocas veces vistos en el deporte, puede dormir tranquilo.

Indian Wells es, al fin y al cabo, garantía de que aquel record de 1977 puede seguir sosteniéndose. Hace 25 años fue el checo-estadounidense Ivan Lendl quien llegó al torneo californiano con posibilidades de acercarse a las 46 victorias de Vilas. Llevaba 44, y jugaba la final con el francés Yannick Noah. Hábil, el carismático Noah se ganó al público y derrotó al hierático Lendl que, molesto, jamás volvió a jugar Indian Wells. Vilas, aliviado, debe haber sonreído.

Y eso que el marplatense cree que su record es más grande aún de lo que la estadística oficial reconoce. En aquella notable temporada 1977, Vilas ganó 50 partidos en forma consecutiva, pero la ATP sólo le reconoció 46, ya que cuatro de los triunfos de Vilas se produjeron al ganar un torneo del circuito rival, el WCT.

Cañas le puso un freno al suizo, nadie sabe si temporal o para siempre. “No estoy sorprendido de que haya vuelto así tras su suspensión”, dijo Federer. “Todos los culpables de doping dicen ser inocentes, y en muchos casos las suspensiones son luego reducidas, algo que no siempre comprendo. Pasó malos momentos, pero parece haber salido bien adelante. Veremos cómo le va en los próximos torneos durante el año”, analizó Federer tras la derrota.