En un partido en el que la victoria no aportaba mucho, pero la derrota habría sido un dolor de cabeza, la Argentina había sumado una nueva victoria ante Panamá, en la madrugada de ayer, en el último partido del Grupo A, pero por el sistema de disputa, el triunfo 109-92 en suplementario no se computa en la tabla de posiciones: como el conjunto panameño quedó eliminado, ese resultado no se arrastra a la segunda fase. Sin embargo, una caída habría determinado avanzar a la siguiente ronda con una derrota. Y lo cierto es que el traspié estuvo bien cerca de concretarse. Es que tras un gran primer cuarto en el que llegó a sacar 14 puntos de ventaja, Argentina entró en un bache profundo, no tuvo intensidad en defensa y permitió que Panamá se recuperara y sacara una diferencia de 10 tantos cuando restaban menos de cinco minutos. Pero la aparición de Paolo Quinteros –el goleador argentino, con 22 puntos– y una mejoría notoria en la defensa le dieron al equipo de Hernández la chance de llegar al suplementario tras igualar 85-85 con un doble de Diego Lo Grippo –otro de gran labor–. Allí fue todo de Argentina, que aprovechó la merma física y mental de los panameños para sacar rápidas ventajas y sentenciar el partido con mucha más facilidad que lo que indicó el desarrollo. Gracias a la victoria Argentina, Puerto Rico se clasificó para la siguiente ronda, algo que no habría sucedido si el conjunto argentino perdía. En ese caso, habría avanzado Panamá.