DIALOGOS › ¿POR QUE SIMONE VEIL?
De Auschwitz a la ley del aborto
Por Octavi Martí
Simone Veil nació en Niza en 1925 y es una mujer que marcó a Francia y a Europa. Siendo ministra en 1975 hizo aprobar en la Asamblea Nacional, en medio de una odiosa campaña de difamación, la ley que regularizaba la interrupción voluntaria del embarazo, el aborto. En 1979 presidió el primer Parlamento Europeo surgido del sufragio universal. Como diputada europea, como ministra en Francia, como magistrado, no ha cesado de luchar, siempre con las armas de la ley y de la democracia en la mano, para mejorar nuestra vida cotidiana y, sobre todo, para permitirnos ser más libres y alejar de nuestro horizonte la amenaza de la guerra.
Veil conoció el drama de la guerra en toda su crueldad. Sus padres y una de sus hermanas murieron durante la II Guerra Mundial. Sus progenitores, en campos de exterminio. Su madre, Yvonne, murió en Bergen-Belsen pocos días antes de que el campo fuese liberado por las tropas británicas. Simone Veil es una sobreviviente de Auschwitz, una mujer que ha vivido el mayor horror organizado por los hombres. Y precisamente para evitar que pudiera repetirse ha luchado toda su vida. Una serie de premios –el Carlomagno, el de la Fundación Klein, el Atlántida, las medallas de oro dela asociación Stresemann o de la Organización Mundial de la Salud, el Premio Obiettivo Europa y, ahora, el Príncipe de Asturias– jalona como reconocimientos oficiales la trayectoria humana y política de madame Veil.
La madre, Yvonne, les explicaba a Simone y sus hermanas lo que pasaba en el mundo. Se inquietaba ante el auge del nazismo, la progresión del sentimiento antisemita. André, el padre, más conservador, prefería no hablar de política en casa. Para él, en Francia no había peligro, no en vano él mismo había luchado como soldado francés durante la guerra 1914-’18.
Simone Veil tiene los ojos muy claros y las facciones regulares; su peinado es un moño que recoge y alisa su pelo, acentúa el efecto de perfecta simetría. Durante dos décadas, esta mujer ha sido el político preferido de los franceses, la mejor candidata hipotética de la derecha a una elección presidencial, pues era casi el único personaje de su familia política bien considerado también por la izquierda. La persecución de que fue objeto su familia y su participación en el debate de leyes estimadas progresistas le han granjeado unas simpatías que luego no se han traducido en votos.