Nació en Santa Catarina (Brasil), el 14 de diciembre de 1938. Nieto de inmigrantes italianos, ingresó en la Orden de los Frailes Menores, franciscanos, en 1959. En 1970 se doctoró en filosofía y teología. Fue uno de los iniciadores de la Teología de la Liberación, una línea de pensamiento cristiano que, desde América latina, artículó la fe y la lucha contra las causas que generan miseria y marginación. Por su libro Iglesia: carisma y poder, el Vaticano lo condenó en 1985 a un año de “silencio obsequiso” y fue depuesto de todas sus funciones editoriales y académicas en el campo religioso. En 1992, las autoridades del Vaticano lo amenazaron con una segunda sanción: Leonardo Boff renunció a sus actividades sacerdotales y se autoproclamó laico. “Cambio de trinchera para continuar en la lucha”, afirmó. Y continuó militando como teólogo de la liberación, escritor y profesor. Es considerado un extraño ejemplar de intelectual: esos que tuvieron, y tienen, los pies en el barro.