Las entidades del campo evaluaban anoche levantar el lockout luego de que la presidenta Cristina Fernández los convocara al diálogo, aunque dejando en claro que no negociará bajo presión. Ahora el foco está puesto en los cortes de ruta, pues en algunas localidades del interior del país los productores tienen una posición más intransigente que la de sus propios representantes. De hecho, ayer al mediodía las entidades tenían previsto anunciar una tregua de 48 horas, pero luego de consultar con sus bases se limitaron a emitir un tibio comunicado donde sólo llamaron a conciliar posiciones sin salir de las rutas.

Los dirigentes de las cuatro entidades representativas del sector no volvieron a reunirse luego del discurso presidencial, pero se comunicaron varias veces por teléfono y coincidieron en buscar una salida para evitar que el apoyo conseguido hasta ahora se les empiece a escurrir a raíz del desgaste que genera la medida de fuerza. Algunos ya venían sosteniendo esa postura puertas adentro desde hace varios días y en las últimas horas se sumaron referentes nacionales más díscolos. No sólo el discurso de Cristina Kirchner influyó en el cambio de postura. La persona que murió por no poder llegar al hospital a causa de un piquete chacarero y las imágenes de los camiones tirando comida en las rutas también incidieron. “Es honesto reconocer el cambio de tono de la Presidenta; el trabajo les queda a sus ministros, que deberán traducir lo que Cristina Fernández comentó”, sostuvo Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, una de las entidades que hasta ahora más cuestionaron al Gobierno. Hugo Biolcati, vicepresidente de la Sociedad Rural, aclaró que no coincidía con muchas de las expresiones técnicas formuladas en el discurso, pero valoró la invitación al diálogo. Mientras que Fernando Gioino, titular de Coninagro, aseguró que “nos pone muy bien la posibilidad de que nos abran las puertas para trabajar”. La única entidad que anoche no se expresó públicamente fue Confederaciones Rurales Argentinas, que mantiene un histórico enfrentamiento con el Gobierno. Mario Llambías, máximo referente de la entidad, evitó ayer tomar contacto con la prensa e informó a través de sus allegados que se tomará “un tiempo prudencial para madurar una decisión”. Desde CRA dejaron trascender que el discurso de Cristina Fernández “fue mejor tomado que el primero”, aunque deslizaron que es “muy difícil el levantamiento del paro si el Gobierno no da marcha atrás con las retenciones móviles”.

Más allá de la resistencia que puede plantear CRA, el mayor problema que deben resolver los dirigentes rurales a partir de ahora es la intransigencia de sus bases. Ayer al mediodía las entidades se reunieron por pedido de Sociedad Rural y Coninagro. La intención era anunciar una tregua por 48 horas en el lockout con levantamiento de corte de ruta incluido. La jugada contaba con un guiño oficial, pues algunos funcionarios les habían asegurado a los dirigentes que el Gobierno estaba dispuesto a hacer alguna concesión en ese lapso, tal como anticipó Página/12 ayer. Sin embargo, la estrategia no se consumó porque Federación Agraria, una de las entidades con mayor representación en los cortes, sostuvo que no podía apoyar la iniciativa si antes no consultaba con sus bases y cuando lo hizo la respuesta fue negativa. Por ese motivo, se terminó difundiendo un discurso donde solicitaron “una instancia de diálogo que logre la reconciliación de los argentinos”, pero sin anunciar la suspensión de los cortes.

Los dirigentes aseguraban anoche que la resistencia de las bases disminuyó luego del discurso presidencial. “Hubo varias menciones a los pequeños productores y eso fue bien recibido. Hay una puerta abierta para plantear el levantamiento de los cortes”, señaló a este diario una fuente de Federación Agraria. La mayor resistencia proviene de la ruta 14 en Entre Ríos, donde el dirigente Alfredo De Angelis se inclina por seguir con el lockout y los cortes hasta las últimas consecuencias. “Vamos a aguantar muchos días más. Nos sobra la razón y nos abunda el coraje. Sigamos firmes. Que manden a la Gendarmería a reprimir y que traigan las ambulancias porque nos van a tener que sacar muertos de la ruta”, aseguró ayer De Angelis apenas Cristina Kirchner terminó su discurso.

Sin embargo, una fuente del sector sostuvo ayer a este diario que la intransigencia que expresa Entre Ríos ha pasado a representar una posición minoritaria sólo compartida por algunos cortes autoconvocados como el de Laboulaye. “De Angelis es sólo uno de los 18 directores que tiene Federación Agraria”, aseguró la fuente. Los dirigentes de las entidades aseguran que el peso institucional va a ser definitorio al momento de fijar la posición del campo, pero ayer reclamaban que el Gobierno explicite al menos el temario que se va a discutir en la mesa de diálogo para utilizar esa zanahoria para contener a los más díscolos.

Entre los puntos que se estuvieron negociando en las últimas horas con el Gobierno de manera reservada figura un tratamiento impositivo diferenciado para los chacareros que producen menos de 10 mil quintales (las entidades piden retenciones diferenciadas, pero lo más probable es que se consensúe una devolución por otra vía), la creación de un fondo de agricultura nacional y un fondo de infraestructura para que los hombres del campo comiencen a ver que el dinero de las retenciones se trasluce en mayores obras públicas.