Diversas voces de la Iglesia Católica argentina –obispos, laicos y comisiones episcopales– se hicieron oír ayer para reclamar diálogo, pidiendo “una solución creativa” y sugiriendo una “tregua” en el conflicto del campo. También la Comisión Ecuménica de Iglesias Cristianas (Ceica), que reúne a 16 iglesias cristianas incluyendo la Católica Romana, hizo un llamado a “deponer actitudes que profundicen el desencuentro, a fin de encontrar un camino justo de solución”.

Todos los pronunciamientos de los medios religiosos apuntan en un sentido similar a generar espacios de diálogo y negociación, buscando facilitar una solución en el diferendo. Sin embargo, las fuentes católicas consultadas descartaron por el momento que exista una posibilidad de mediación de la jerarquía católica.

La Comisión de Justicia Paz y la Comisión de Pastoral Social, que encabeza el obispo Jorge Casaretto, emitió una declaración en la que invita “a los actores en conflicto a proponer una tregua, que permitirá avanzar en el encuentro y el diálogo, hacia la búsqueda de una solución creativa, justa y equitativa, superadora del momento actual y que oriente al bien de todos los argentinos, especialmente los más necesitados”.

La Ceica manifiesta su preocupación por “la escalada de violencia y división en el país a causa del paro agropecuario y la respuesta del Gobierno frente al mismo”, y advirtió que “con la violencia no se solucionan los problemas, tampoco con actitudes condenatorias y cerradas de una y otra parte”. En el mismo comunicado se llama a consolidar la democracia y “pacificar” la nación, y las iglesias expresan “su disposición pastoral para colaborar en cualquier proceso que tienda al diálogo y la paz entre los argentinos”. El texto está firmado por las iglesias católica, ortodoxas, anglicana, metodista, luterana, evangélica del Río de la Plata, discípulos de Cristo, valdense y presbiteriana, entre otras.

Todos los obispos católicos de Córdoba dieron a conocer un mensaje en el que recuerdan que el diálogo “es el gran instrumento de construcción y consolidación de la democracia” y “esto nos obliga a priorizarlo en todos los órdenes de nuestra convivencia”. El mismo documento hace una apelación “a mantener la calma, actuar con sensatez y a buscar espacios de diálogo para una solución justa y equitativa, que redunde en bien de todos los argentinos”. En la misma línea, el Arzobispado de Tucumán pidió “crear un clima de serenidad que ayude a la pacificación de los ánimos”.

El obispo de 9 de Julio, Martín de Elizalde, adhirió al pronunciamiento hecho por la Comisión Ejecutiva del Episcopado y agregó que “el diálogo requiere que las preocupaciones y los reclamos puedan ser expuestos y sean escuchados, para emprender juntos un camino de comprensión recíproca”.