La tregua en el lockout rural alcanzó para que la economía recuperara los bríos que había perdido en el primer trimestre del año. En abril, la actividad económica arrojó una mejora interanual de 9 por ciento y de casi un punto contra el mes anterior, según informó ayer el Indec. La compra anticipada de algunos bienes durables con el objetivo de ganarles la carrera a los precios, el aumento del gasto público e, incluso, una sobreestimación del crecimiento producto del maquillaje de la inflación son los principales argumentos que esgrimieron los analistas consultados a la hora de explicar el dato.

El organismo estadístico difundió las cifras provisorias de la actividad económica de abril, las cuales mostraron un fuerte crecimiento por encima de las estadísticas privadas. Respecto de marzo mejoró 0,9 por ciento, mientras que el acumulado del primer cuatrimestre arrojó un 8,5. “El dato marca una recuperación en el crecimiento, tras un primer trimestre que permitía vislumbrar cierto estancamiento en la actividad”, dijo a PáginaI12 Nadín Argañaraz, economista jefe del Ieral de la Fundación Mediterránea. El titular de la entidad destacó principalmente el avance contra marzo, el segundo en importancia del año.

El economista de la fundación hizo especial hincapié en el incremento de la demanda agregada, que siguió “tirando fuerte” del Producto. A este fenómeno sumó la posibilidad de que la gente esté anticipando sus decisiones de consumo frente a la suba de precios. También vinculó el aumento del gasto público, el cual estimó “en un 40 por ciento más” que en igual cuatrimestre del año pasado.

A pesar de que el impacto del lockout del campo no tuvo un fiel reflejo en el dato oficial debido a que tuvo lugar la tregua de 30 días, los economistas consultados por este diario coincidieron en que la situación pudo manifestarse en el crecimiento de la demanda doméstica, frente al temor de desabastecimiento.

Un estudio de la consultora Economía y Regiones afirma que “el dinamismo de la actividad económica durante el primer cuatrimestre del año responde, en parte, a la sobreestimación del crecimiento del consumo”. Según sostiene la entidad que conduce Rogelio Frigerio, los montos comercializados de algunos sectores se deflactan utilizando un “índice que subestima el aumento real del nivel general de precios” y, en consecuencia sobredimensiona el crecimiento real del consumo.

El economista Lucas Llach coincidió con la apreciación de la consultora, aunque no obstante estimó una tasa de crecimiento de entre 6 y 8 por ciento. “Más de eso es poco creíble. Se subestima tanto la inflación que se sobreestima mucho a rubros como el comercio y los servicios que no pueden desagregarse en precios y unidades”, opinó Llach en diálogo con PáginaI12. La situación, a criterio del analista, se hace más conflictiva si se toma en cuenta que “los servicios por estos días crecen más que la industria”. La expansión de la actividad manufacturera durante el primer cuatrimestre, de 7,2 por ciento, resultó superior al crecimiento de igual período del año pasado.

En abril, la industria mejoró 8,5 por ciento, en términos interanuales, impulsada por el desempeño del sector automotor, el metalúrgico, la producción tabacalera y los materiales de construcción. En este último, la construcción marcó un crecimiento de 14,2 por ciento en el primer cuatrimestre, mientras que en abril la mejora contra igual mes de 2007 fue de 22,8.

Como era de prever, la industria alimentaria arrojó en abril un pobre desempeño, de apenas 2 por ciento, en el primer tercio del año, como consecuencia del retroceso de 10,7 de marzo producto del paro agropecuario. “De todos modos, el mayor impacto estará nuevamente en mayo y, sobre todo, en junio; además del efecto de la suba en las tasas de interés”, agregó Llach.