Ayer las retenciones móviles, hoy la convocatoria por separado. Terminados los festejos por la derogación de la resolución 125, el eje de la presión política de la Mesa de Enlace se trasladó a la reunión que tendrán con el nuevo secretario de Agricultura, Carlos Cheppi. Los dirigentes de las corporaciones agropecuarias están presionando para que Cheppi los llame a todos juntos para negociar y discutir “los temas que quedaron pendientes”. La semana pasada, los principales reclamos y quejas frente a la decisión oficial de convocarlos uno por uno llegaron desde el presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi. En Agricultura consideran finalizada la institucionalidad de la Mesa de Enlace y por eso optaron por reunirse por separado con cada entidad. De todas formas, buscan evitar confrontaciones irrelevantes con el sector y aseguran que si los dirigentes agropecuarios necesitan ir en conjunto no se opondrán.

Los organizadores de la Rural aprovecharon ayer la visita a la exposición de Alfredo De Angeli, presidente de la FAA entrerriana, para realizar una nueva conferencia de prensa en donde volvieron a insistir con la necesidad de ir en bloque al encuentro. “Hay dinero que no le está llegando al productor, y el Gobierno tendría que ver qué está pasando.” El curioso reclamo provino de Alfredo De Angeli, en referencia a la diferencia entre el precio internacional de los granos y lo que reciben los productores (ver aparte).

Junto con De Angeli estuvieron el vicepresidente de FAA, Pablo Orsolini, y los dueños de casa: Luciano Miguens y Hugo Biolcati, presidente y vice de la Sociedad Rural. “Sería una equivocación del nuevo secretario no tener en cuenta esa Mesa de Enlace”, indicó Miguens. “Espero que inviten a toda la Mesa de Enlace a dialogar, y lo tiene que hacer lo antes posible”, presionó el titular de la SRA y redobló la apuesta al afirmar que “no iría solo” a la reunión con los funcionarios de Agricultura. Miguens hizo extensiva su postura a todos los miembros de la Mesa de Enlace, “todos tomarían, casi con seguridad, la misma decisión”.

En el Gobierno entienden estas presiones como una jugada de las entidades agropecuarias para no perder protagonismo mediático. “Lo primero es convocar a las cuatro entidades y sin duda ahí se empezaría a ver el rumbo de cómo destrabamos este conflicto”, señaló De Angeli durante la conferencia de prensa. Por su parte, Orsolini apuntó que “estamos pasando por momentos demasiado complicados como para seguir esperando sin que nadie se contacte con nosotros”.

Presiones aparte, todavía no hay fecha para el encuentro –o los encuentros–. Desde el Ministerio de Economía explicaron que “Cheppi y su equipo necesitan tiempo para aterrizar y acomodarse” y además, apuntaron que “hasta que no termine la exposición en Palermo no va a haber ninguna reunión formal con las entidades”.

“Se han hecho muchos intentos por dividirnos con alusión a épocas del pasado y distintas ideologías que hoy prácticamente no existen”, advirtió el presidente de SRA. Para Miguens, las diferencias entre los intereses de las entidades serían muy pocas, “tenemos objetivos comunes y en eso vamos a estar unidos, y cuando haya disensos dejaremos de lado esos temas difíciles para el debate y, como siempre, la mayoría va a ser la que decida”.

Para el ministro del Interior, Florencio Randazzo, los dirigentes de las corporaciones del campo hicieron “una interpretación errónea” al considerar que con la intención de Cheppi de convocarlos por separado se busca dividir a las entidades. “¿Qué importancia tiene si es la Mesa de Enlace (a la que se convoca) o es en forma individual? No hagamos un problema de cuestiones formales”, sostuvo Randazzo la semana pasada cuando surgió la controversia y pidió a las entidades agropecuarias que “no le busquemos la quinta pata al gato”.

El funcionario expresó que estas decisiones tienen que provenir de Cheppi y no responder a las presiones de los dirigentes del agro: “La relación con las entidades la debe dar el secretario de Agricultura que acaba de asumir. Lo que hay que discutir es el proyecto de la secretaría, que es cómo producimos casi 150 millones de toneladas de cereales y aumentamos el stock ganadero”, indicó.

Con respecto a los 24 millones de toneladas de granos y subproductos que las cerealeras exportadoras declararon sin acreditar su existencia, para pagar un menor monto de retenciones, en el Gobierno están esperando que la Aduana comunique la próxima semana el monto exacto que falsearon para seguir adelante con el cobro de lo evadido.