Miércoles, 30 de julio de 2008 | Hoy
EL MUNDO › PRIMER CASO EN 47 AñOS EN EE.UU.
Por Mónica C. Belaza *
Desde Washington
El soldado Ronald Gray lleva 20 años en el corredor de la muerte. El presidente de EE.UU., George Bush, autorizó el lunes su ejecución. Si se lleva a cabo, sería la primera de un militar desde 1961. La portavoz de la Casa Blanca, Dana Merino, señaló que “aunque aprobar una sentencia de muerte para un miembro del ejército es una decisión difícil y seria para un comandante en jefe, el presidente cree que los hechos de este caso demuestran que la sentencia es justa”. El soldado puede aún apelar. En un país en el que los ciudadanos están en su mayor parte a favor de la pena capital y el actual presidente es uno de sus principales valedores, las ejecuciones de miembros del ejército están, sin embargo, rodeadas de polémica.
El Tribunal Supremo se pronunció sobre la cuestión en 1996, reconociendo la constitucionalidad de la pena de muerte en el ámbito militar. Pero desde 1957, cuando Dwight Eisenhower autorizó la ejecución de un soldado condenado por violar e intentar matar a una niña austríaca de 11 años, ningún otro presidente ha seguido su ejemplo. El último que tomó una decisión en un caso similar fue John F. Kennedy en 1962, y optó por conmutar la pena de muerte por la cadena perpetua. Si el soldado Gray pierde las apelaciones que previsiblemente pondrá en marcha, no está claro cuándo y dónde será ejecutado. El sistema está oxidado por falta de uso. En el caso de la condena a muerte aprobada por Eisenhower, la ejecución no se llevó a cabo hasta cuatro años después.
El condenado fue ahorcado. Gray, según las actuales leyes militares, deberá morir por inyección letal. Ronald Gray, de 42 años, fue condenado a prisión de por vida en un tribunal civil y a muerte en una corte militar hace 20 años, por una serie de asesinatos y violaciones cometidos entre 1986 y 1987, cuando servía en Fort Bragg (Carolina del Norte). Desde 1988 está en la prisión de Fort Leavenworth, en Kansas, a la espera de que se ejecute su sentencia. No es el único en esta situación. En estos momentos hay otros cinco militares en el corredor de la muerte. Bush podría haber evitado esta delicada cuestión en sus últimos meses de mandato. Podría haber retrasado la decisión y dejarla al próximo presidente o haberla conmutado por la cadena perpetua como hizo Kennedy. Pero el presidente ha considerado que ésta era la decisión más justa atendiendo a los “crímenes brutales” por los que ha sido condenado el soldado, según explicó la portavoz de la Casa Blanca. Bush es un firme partidario de la pena de muerte. Mientras fue gobernador de Texas aprobó 152 ejecuciones. Y durante sus ocho años en la presidencia del país ha autorizado otras tres, impuestas a condenados en cortes federales. Una de ellas fue la del responsable de la matanza de Oklahoma en 1995, Timothy McVeigh, en la que murieron 168 personas.
* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.
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