La junta directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) aprovechó su reunión quincenal para aplacar el intenso enfrentamiento mediático entre el presidente de la entidad, Juan Carlos Lascurain, y el vice, José Ignacio de Mendiguren. Esta vez el disparador del cruce fue la inflación, pero derivó en fuertes acusaciones personales. Cansados y molestos por las declaraciones de ambos, los directivos de la central fabril los reprendieron. En el encuentro, los dos quitaron importancia al conflicto y apuntaron a “sectores que buscan enfrentar a la UIA con el Gobierno”. De todas formas, los jerarcas de la UIA se comprometieron a no seguir chocando a través de los medios y a “respetar los acuerdos establecidos”, que se traducen en no hablar públicamente del índice de precios. En el encuentro también se plantearon algunas problemáticas regionales provocadas del conflicto entre el Gobierno y el campo.

“A la UIA le hacen mal estos conflictos creados a través de la prensa, afectan la industria y la necesidad e intención de trabajar con el Gobierno”, apuntó un industrial que participó de la reunión. La semana pasada, De Mendiguren deslizó que el aumento del nivel general de precios rondaba el 25 por ciento y Lascurain salió a cruzarlo rápidamente. El presidente de la UIA señaló que la declaración estaba motivada en las “aspiraciones personales” de su vice, que estaría apuntando a conseguir una banca de diputado en las próximas elecciones legislativas por el duhaldismo. La respuesta de De Mendiguren no tardó en llegar. El empresario afirmó que Lascurain defendía las cifras oficiales porque tenía “compromisos con el Estado”.

Ayer, antes de la reunión, De Mendiguren aclaró que sus declaraciones habían sido sobre su empresa y su sector, el textil, y desestimó las acusaciones de Lascurain. “Tienen que parar de acusarse mutuamente, se les pidió que se calmen, no tiene que haber un solo comunicador pero sí hay que respetar los acuerdos”, señalaron a este diario desde la comisión directiva de la entidad. La UIA no tiene una definición como entidad sobre la inflación y por cuestiones estratégicas el acuerdo del Comité Ejecutivo es no hacer declaraciones al respecto, “no se debe hablar en nombre de la institución: se hablará en todo caso en nombre de su empresa”, apuntó Lascurain. Otra restricción que tienen los empresarios para hablar del tema son las negociaciones salariales. Si los principales dirigentes niegan las cifras oficiales del IPC y sostienen que un número creíble ronda el 25 por ciento, no tienen forma de sostener que no hay que reabrir las paritarias para volver a discutir los salarios.

En la UIA esperan tener listo para la semana que viene un diagnóstico de la situación, y una cifra de inflación propia que respalde sus declaraciones. De todos modos, ayer, también previo al encuentro, Lascurain indicó que el aumento del 0,4 por ciento en los precios de julio informado por el Indec “no es el número, independientemente de que pueda haber en algún rubro una baja” y agregó que “hay que darles tiempo a los dichos del jefe de Gabinete que sostuvo la necesidad de recuperar la credibilidad del Instituto”.