Miércoles, 13 de agosto de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EL CAMPAMENTO EN GüSTROW ALOJABA A 39 CHICOS QUE ESTUDIABAN TEXTOS RACISTAS
La Juventud Patriótica Alemana (HDJ) organiza diversos campamentos juveniles cada año por todo el país. Según informes policiales, la HDJ utiliza cruces gamadas, prohibidas por la ley alemana.
Por Juan Gómez *
Desde Berlín
Los 39 niños y jóvenes se alojaban en 14 tiendas que formaban un campamento en el apacible paisaje cercano a Güstrow, en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Anterior. Los niños tenían libros con canciones nazis y estudiaban textos racistas. Parte del campamento estaba decorado con cruces gamadas y otros símbolos ilegales. La policía alemana es explícita: “Allí se cumplían prácticas y rituales de la época nacionalsocialista”. Ya en mayo, las autoridades habían registrado las dependencias del grupo organizador, la Juventud Patriótica Alemana (HDJ). La HDJ es legal en Alemania y organiza diversos campamentos juveniles cada año por todo el país.
Cantar himnos marciales, adquirir destrezas militares y desfilar con antorchas al atardecer son algunas actividades legales de los niños y jóvenes que se van de colonia con la HDJ. Sobre las prácticas ilegales se sabe también bastante. Diversas incursiones policiales y redadas recogidas en informes de los servicios secretos internos (Verfassungsschutz) han demostrado que la HDJ utiliza cruces gamadas y otras parafernalias del régimen de Adolf Hitler prohibidas por la ley alemana.
De momento, las pruebas de actividades ilegales de enaltecimiento de la violencia y la incitación al odio racista sólo han llevado, en 2007, a la prohibición de los uniformes de la organización. Varios reportajes periodísticos y algunas peticiones parlamentarias provocaron hace algunos meses un renqueante debate sobre la prohibición total de la HDJ. Ahora, el allanamiento y disolución policial del campamento de Güstrow han devuelto a la HDJ alguna atención veraniega. El informe de las autoridades demuestra una vez más que los campamentos son meros conciliábulos neonazis organizados para adoctrinar a niños y jóvenes en su ideología ultraderechista y contribuir a la formación de otra generación de fascistas en Alemania.
El problema de la ilegalización de semejantes prácticas y organizaciones viene de largo. Las relaciones entre la HDJ y el neonazi Partido Nacional Democrático (NPD) parecen probables. Cuenta el NPD con diputados en los parlamentos de Sajonia y Mecklemburgo-Pomerania Anterior. En 2003, un proceso de prohibición instado por el gobierno de Gerhard Schröder terminó en un sonoro fiasco que afianzó al partido. Sus líderes actúan al filo de la ley y se presentan como abogados del alemán de a pie. Sus cabriolas entre la respetabilidad burguesa y el neonazismo más grosero les dan suficientes réditos electorales para mantenerse en aceptable situación económica y en el candelero mediático.
“¿Cómo dice? ¿La BDJ?” Tino Müller, parlamentario del NPD en Mecklemburgo-Pomerania Anterior, aseguraba ayer que no ha oído hablar de la HDJ. Ni siquiera después de que la policía anunciara este fin de semana la disolución del campamento junto a una pequeña localidad del estado federado que le paga el sueldo de diputado. Sin embargo, no se precisan conocimientos profundos de informática para dar con el dueño del dominio heimattreue-jungend.de, la página web de HDJ. No es otro que Müller. La dirección, Wallstrasse 27, corresponde a la oficina de Müller en la circunscripción electoral en Ueckermünde. Preguntado al respecto, Müller aseguró no conocer al parlamentario de su mismo nombre y, riendo en voz alta, dijo que se llama Dirk Meier y colgó el teléfono que le paga el erario. Müller, de 30 años y albañil de formación, gana casi 4500 euros mensuales por su labor como parlamentario en Schwerin. Su oficina también recibe decenas de miles de euros anuales del Estado.
Para André Aden, reportero especializado en actividades neonazis, no cabe la menor duda de la relación entre HDJ y NPD. Fuentes parlamentarias de Mecklemburgo-Pomerania Anterior en Schwerin tampoco dudaban ayer de las “probadas” componendas entre parlamentarios a sueldo del Estado y las actividades, legales e ilegales, de la HDJ. Aden señala además la estrecha analogía entre la HDJ y la llamada Juventud Vikinga, una organización neonazi prohibida en 1994 “por su esencial analogía con el NSDAP (el partido nacionalsocialista de Hitler) y las Juventudes Hitlerianas”. Salta a la vista que la primera analogía intencionada entre las Juventudes Hitlerianas (HJ) y la HDJ está en sus siglas.
* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.
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