ECONOMíA › EL GOBIERNO FESTEJA LAS CIFRAS DEL INDEC,
PERO LA CAIDA DEL PODER DE COMPRA CONTINUA

Ni los precios tienen mucho margen para crecer

La inflación minorista en setiembre fue la más baja desde la devaluación: 1,3 por ciento. En lo que va del año, el IPC acumula casi 40 por ciento. La inflación sigue golpeando duramente a los pobres. En setiembre, el costo de la canasta básica de alimentos creció 3,9 por ciento y acumula 73,5 por ciento.

La inflación de setiembre fue buena noticia para el Gobierno. Ayer el INDEC confirmó que el índice de precios al consumidor (IPC) creció el mes pasado 1,3 por ciento, la menor variación mensual en lo que va del 2002. Así, el IPC acumula desde la devaluación un 39,7 por ciento. Sin embargo, la inflación sigue recortando salvajemente poder de compra a los sectores más pobres. En setiembre, el costo de la canasta básica de alimentos subió 3,9 por ciento, tres veces más que el IPC, y acumula un 73,5 por ciento en lo que va del año. Vale recordar que, mientras tanto, los salarios permanecen absolutamente planchados.
Entre enero y setiembre, la inflación minorista superó al promedio en los rubros alimentos y bebidas (55,9 por ciento), indumentaria (53,1 por ciento), equipamiento y mantenimiento del hogar (51,2 por ciento), y esparcimiento (50 por ciento).
En conferencia de prensa, la directora de Precios del INDEC, Graciela Bevacqua, dijo que el salto en la canasta básica en setiembre se debe a los aumentos del precio de la carne, cuya incidencia en la cesta es importante. Así, el precio de la falda subió 9,4 por ciento, el de la paleta 9,1 por ciento y el de la carne picada 8,8 por ciento. “La carne experimentó aumentos mucho más fuertes en los supermercados que en los comercios tradicionales”, explicó Bevacqua.
Curiosamente, en setiembre los productos nacionales crecieron más que los importados: 2,7 por ciento, como consecuencia del aumento de 7 por ciento en productos primarios. Mientras que los “productos importados” disminuyeron 0,8 por ciento.
Entre los alimentos, también sobresalen los aumentos en el rubro verduras (10,7 por ciento), mientras que las frutas se encarecieron un 5,3 por ciento. Sin embargo, en estos productos existe un componente estacional relevante. Por ejemplo, el precio del tomate perita se disparó un 81 por ciento y el del tomate redondo 74 por ciento, mientras que el costo de la acelga subió un 36 por ciento. Pero aún así, el tomate es uno de los productos que más se encareció desde la devaluación, con subas de hasta el 225 por ciento. También hubo una fuerte ajuste en el rubro “azúcar, miel, dulces y cacao”, cuyos precios crecieron 4,6 por ciento.
Bevacqua reveló que “algunas ofertas” de las grandes cadenas permitieron un leve descenso de 1,7 por ciento en aceites, aunque en lo que va del año el precio del producto subió más de 150 por ciento.
De los segmentos que releva el INDEC, el que registró mayor suba fue “indumentaria”: 4,3 por ciento. Para la funcionaria del INDEC, los mayores precios son consecuencia del cambio de estación, pero aclaró que esta vez los incrementos son mayores a los que se observaron en las últimas dos temporadas.
La devaluación también produjo un violento reacomodamiento de los “precios relativos”: en los primeros nueve meses del año los precios minoristas de los bienes aumentaron 67 por ciento, frente a una suba de “sólo” 10 por ciento en los servicios. De hecho, en setiembre, el rubro transporte tuvo un incremento promedio del 1 por ciento, pero como respuesta al aumento en los combustibles. El mes pasado, los gastos en “atención médica y “educación”, en tanto, crecieron sólo un 0,3 por ciento, mientras que los rubros “equipamiento y mantenimiento del hogar” y “esparcimiento” tuvieron leves variaciones positivas de 0,1 por ciento.
Otro de los fenómenos notables desde enero es la brecha existente entre los precios minoristas y los mayoristas. En setiembre el IPM (índice de precios mayoristas) creció 2,3 por ciento y acumula en lo que va del año un 121 por ciento. La diferencia entre el 121 por ciento de ajuste en los precios en puerta de fábrica y el 40 por ciento en el IPC se estima que fue absorbido por etapas en la cadena de comercialización. Pero podría generar en el futuro presiones sobre los precios al consumidor, si se reactivara, aunque más no fuera tenuemente, la demanda.
El INDEC informó además el costo de las construcción en el Gran Buenos Aires. Para el nivel general, en setiembre se observó un incremento de1,5 por ciento, acumulando en el año 39,8 por ciento. El resultado surge como consecuencia de alzas de 1,5 por ciento, 1,3 por ciento y 1,4 por ciento, en los capítulos “materiales”, “mano de obra” y “gastos generales”, respectivamente.

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En las góndolas de los supermercados algunas ofertas abarataron los aceites. Pero allí subieron fuerte las carnes.
 
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