El Senado comenzará a tratar hoy el proyecto de movilidad jubilatoria, que ya tiene media sanción de la Cámara baja. Con la dinámica impuesta durante el tratamiento de las retenciones móviles, se realizará un plenario de las comisiones de Trabajo y Presupuesto, con la participación de diferentes funcionarios y especialistas. Hoy será el turno de Amado Boudou, titular de la Anses, y Walter Arrighi, secretario de Seguridad Social. El jueves asistirá Carlos Tomada, titular de la cartera laboral. El objetivo del oficialismo es acompañar la media sanción sin realizar ningún cambio, ya que confían en alcanzar una amplia mayoría. Por su parte, la oposición rechazará la media sanción. Uno de sus argumentos es que no respeta el fallo de la Corte Suprema, que fijó un 82 por ciento móvil en los haberes jubilatorios (caso Badaro). La votación se realizaría el miércoles 17 de septiembre.

“Estoy convencido de que hasta que se logre un sistema previsional ideal seguiremos trabajando. Lo que se acordó es lo mínimo indispensable para dar movilidad con responsabilidad. Esto es un paso fundamental”, señaló a PáginaI12 Nicolás Fernández (FpV, Santa Cruz). El proyecto de movilidad jubilatoria enviado por el Ejecutivo sufrió varias modificaciones tras su paso por la Cámara baja. Los principales cuestionamientos de la oposición y algunos legisladores kirchneristas estuvieron centrados en la fórmula que se aplicará para establecer los aumentos semestrales.

Según la media sanción, el índice (A) toma la evolución de los salarios de los trabajadores activos, que estará medido por el índice general de salarios del Indec o por el que elabora la Secretaría de Seguridad Social (Ripte). El proyecto del Ejecutivo sólo contemplaba al Indec.

La segunda mitad de la fórmula considera la recaudación previsional, pero sólo en la parte de los aportes tributarios (IVA, ganancias, combustibles). El aumento en la recaudación, además, se divide por la cantidad de beneficios que paga la Anses. Luego se elabora otro indicador (B), que funciona como techo del primero. Siempre se utilizará el porcentaje más bajo entre A y B.

“Más allá de la fórmula que se establezca, hay muchas expectativas depositadas en una ley que no las cubrirá. Existe un problema de fondo que no se solucionará hasta tanto no se modifique todo el sistema de jubilaciones. Esto implica reformular tanto el sistema de las AFJP como la ley de entidades financieras, que son las que utilizan el dinero de los trabajadores”, aseveró a PáginaI12 Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad.

Para este especialista, en vez de tomar la recaudación como uno de los componentes de la fórmula, se podrían aumentar nuevamente las contribuciones patronales en un 6 por ciento (el mismo porcentaje disminuido por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo). “Así se recaudarían aproximadamente 9000 millones de pesos por año. Incluso, se podrían exceptuar a las pequeñas y medianas empresas”, agregó Semino.

Con la intención de dar un nuevo batacazo legislativo (como ocurrió con las retenciones móviles), la oposición intentará imponer sus argumentos. Básicamente se centrarán en criticar la fórmula establecida en la media sanción y reclamarán que el Estado otorgue un nuevo aumento de la jubilación, antes de fin de año (algo que probablemente ocurra).

“Rechazamos el proyecto del Gobierno, que se resume en un coeficiente de aumento y no contempla lo decidido hace más de dos años por la Justicia en el fallo Badaro. El Poder Ejecutivo usa eufemismos, pero en realidad se mantiene en la misma línea de los aumentos implementados periódicamente, pero que no reconocen movilidad de los haberes, sino caprichos del presidente de turno sobre el uso e los fondos públicos”, señaló el radical Gerardo Morales, titular de la Comisión de Trabajo del Senado. Por su parte, los radicales K todavía no analizaron este tema con Julio Cobos, pero es probable que voten “positivamente”, como los diputados cobistas.