Desde La Haya

Georgia y Rusia comparecieron ayer ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) con sede en La Haya (Holanda) para acusarse mutuamente de haber atacado a la población civil de Osetia del Sur y Abjasia. Así, los abogados de la primera pidieron al máximo órgano judicial de la ONU que dictara una resolución urgente para acabar con la “limpieza étnica de georgianos autóctonos practicada por Rusia entre 1990 y 2008, al haber violado la Convención contra la Discriminación Racial”. Los representantes de Rusia, por su parte, reivindicaron el “uso legítimo de la fuerza”, ante los “crímenes contra la humanidad” que habría cometido el gobierno georgiano durante su ofensiva del pasado agosto. El TIJ resuelve conflictos entre Estados. De declararse competente en este caso, podría dictar la medida cautelar solicitada por Georgia en pocas semanas. La supuesta vulneración de la Convención puede tardar hasta tres años en resolverse.