El juez de Familia Nº 1 de Mendoza, Germán Ferrer, recibirá hoy el veredicto del Comité de Bioética y de los expertos independientes convocados para pronunciarse sobre el pedido de aborto de la niña de 12 años, que fue violada y embarazada, y permanece internada en el Hospital Pediátrico Humberto Notti, de la localidad de Guaymallén. La mayoría avalaría la interrupción de la gestación, al considerar que por las características del cuadro se trata de un aborto no punible, según pudo saber PáginaI12. El magistrado anunciaría su resolución antes del fin de semana. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, consideró que el caso debe resolverse “muy rápidamente”, teniendo en cuenta “el interés de la persona, sobre todo si es una menor”.

Ayer se reunieron los integrantes del Comité de Bioética del No-tti y los miembros de la comisión ad hoc convocada por el juez Ferrer para avanzar en el dictamen. Se acordó que hoy darán a conocer su recomendación al magistrado. La posición del Hospital Notti es clara: al menos cuatro de los seis integrantes del Comité de Bioética están en contra del aborto y pretenden que la niña violada siga adelante con la gestación. Pero no llegarían a imponer su posición. Entre los independientes, los seis entienden que al ser un embarazo producto de una violación encuadra en los supuestos de no punibilidad previstos en el Código Penal. Dado que no habría posibilidad de llegar a un consenso unánime, se espera que haya un dictamen de mayoría y otro de minoría. La gestación de la niña ya lleva alrededor de diez semanas.

En el marco de la investigación penal de la violación, el sábado quedó detenido el concubino de la madre de la niña. El fiscal Santiago Garay, a cargo de la causa, le imputó el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia familiar. El hombre tenía denuncias previas de violencia familiar.

La situación que vive la nena es dramática. Además de los panfletos y las cartas que le dejaron los miembros de grupos “pro vida” que se infiltraron en su habitación del No-tti la semana pasada –tal como reveló PáginaI12–, la niña y su mamá estarían recibiendo presiones de profesionales del mismo hospital para desistir en el pedido del aborto no punible. La madre, quien pidió la interrupción del embarazo el viernes 29 de agosto en el Juzgado de Familia Nº 1, relató que médicos a los que no pudo identificar la amedrentaron diciéndole que con la intervención correría riesgo la vida de su hija. También tienen una postura en contra del aborto los profesionales del Grupo de Alto Riesgo (GAR) que depende del gobierno mendocino, cuyas psicólogas y psiquiatras están brindándole contención a la nena. Sus pericias indican que la niña violada está en buen estado de salud, según pudo saber este diario. Expertos independientes que analizan el caso descalificaron esos informes: “¿Cómo una niña que fue violada va a estar bien? No detectan el trauma que sufre esa criatura, más aún después de la intimidación de los grupos fundamentalistas. ¿No contemplan el riesgo de que un cuerpito infantil lleve adelante un embarazo?”, señaló a PáginaI12 uno de los especialistas convocados por el juez Ferrer, que prefirió mantener su nombre en reserva.

El presidente de la Corte Suprema de la Nación dio su parecer sobre el pedido de aborto no punible. “No conozco el asunto en particular. Pero en estos casos importa pensar en el interés de la persona, sobre todo si es una menor. Y resolver las cosas muy rápidamente, intervenga o no la Justicia”, dijo Lorenzetti, cuidándose de prejuzgar. “La prioridad es el cuidado de los menores como lo establece la Convención de los Derechos del Niño”, agregó en declaraciones al diario mendocino Los Andes. En una columna publicada en el mismo diario, el arzobispo de Mendoza, José María Arancibia, sostuvo que “no existe” un “derecho al aborto o, en este caso, un presunto derecho a decidir sobre el propio cuerpo”. “El niño por nacer es un sujeto personal, distinto de los demás, incluida la mujer que lo ha concebido”, afirmó.

Organizaciones de mujeres de Mendoza están movilizadas para brindar apoyo a la mamá. Ayer salieron a cuestionar las presiones de los grupos “pro vida” que –según dijeron– podrían haber actuado en connivencia con profesionales del Notti. “Lo único que quieren es que la nena se convierta en portadora de un embrión que ellos han resuelto sacralizar, sacrificando la vida de la niña, que debe tener poca idea de lo que es la maternidad. Está en una edad en la que tiene que jugar. Le invadieron la vida. Es brutal lo que están haciendo”, evaluó la filósofa e investigadora del Conicet Alejandra Ciriza, de la organización Las Juanas y las Otras.