El presidente de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Lascurain, pidió ayer prudencia con el manejo del tipo de cambio nominal para evitar presiones inflacionarias. “Hay que ir viendo cómo el tipo de cambio se recupera en función de un acompañamiento diario, pero hay que ser muy prudentes porque en el país hubo experiencias que no fueron buenas en materia inflacionaria. No podemos seguir la devaluación abrupta de Brasil ni la de Chile. Tenemos realidades distintas”, aseguró el empresario. Al mismo tiempo, reclamó mayor control oficial sobre las importaciones provenientes de Brasil para preservar la competitividad.

Los industriales estuvieron presionando durante los últimos meses para mejorar la competitividad de sus fábricas a través de una suba nominal del dólar. La decisión del Banco Central de bajar el tipo de cambio nominal de 3,22 a 3,04 durante el conflicto con el campo había generado preocupación entre los empresarios e incluso en algunos sectores del Gobierno. Apenas la moneda local comenzó a depreciarse en términos nominales se mostraron conformes, pero ahora les asusta que ésta se produzca de manera brusca en medio de la crisis financiera internacional porque la inflación podría borrar esa ventaja competitiva y afectar los niveles de crecimiento.

El objetivo de los industriales es que la suba del dólar se dé de manera más pausada para no generar corridas y al mismo tiempo que se regule más el comercio con Brasil para evitar una avalancha de importaciones del país vecino, que en el último mes depreció su moneda casi un 40 por ciento en términos nominales. Apuestan a que se perfeccionen los mecanismos de control como precios de referencia, licencias no automáticas y medidas antidumping.

En la misma línea que Lascurain, el titular de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba) y vicepresidente de la UIA, Osvaldo Rial, subrayó que “es importante, para seguir por la senda de crecimiento que viene recorriendo la Argentina en los últimos años, no descuidar el mercado interno en estos momentos de turbulencias financieras”. Rial alertó también que “ante la devaluación del real y otras monedas en la región, además de la necesidad de estimular las exportaciones por parte de los países, resulta básico que nuestro país mantenga las condiciones de competitividad de la industria local, a fin de no repetir errores de la década pasada”. El titular de la Uipba afirmó que “de las crisis se sale con producción y consumo, tal como fue la experiencia de los años recientes en nuestro país”.

Al respecto, consideró que “hay que mantener y apuntalar el actual modelo económico que ha generado mayor producción y mayor empleo en la Argentina”. “Hay que agregar valor a nuestros productos. Nuestro país exporta a Brasil a un promedio de 700 dólares la tonelada, mientras que importa a un valor de 1100”, precisó. A su criterio, se debe “monitorear muy bien el comercio exterior en medio de esta profunda crisis internacional, fundamentalmente en aquellos sectores más sensibles”.

De igual forma, Lascurain consideró que “administrar la relación con el socio regional, habiendo una devaluación de su moneda como la que hubo, es importante”. Precisó que “ya existe un déficit comercial con Brasil, y sobre todo fuertemente en las manufacturas de origen industrial”. Evaluó que “es tranquilizante” para los industriales saber que el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto, pero señaló que es preciso “esperar para ver cuáles son las medidas que se van a fijar”.

El líder de la CGT, Hugo Moyano, afirmó, por su parte, que la crisis financiera global “nos debe preocupar y ocupar” porque “algún coletazo recibiremos”, y anunció que el Gobierno “va a empezar a activar el pago de obras” que se paralizaron, a fin de evitar suspensiones o despidos en el gremio de la construcción, uno de los más perjudicados. Aseguró además que la recomposición del poder adquisitivo de los salarios “no se posterga nunca, pero lo que se hace es esperar el momento oportuno”, en alusión a la presunta marcha atrás que dio en su demanda al Gobierno para que otorgue una suma fija de aumento de 500 pesos en todos los sueldos.