Lo ubican en primera fila cada vez que la Presidenta convoca a un acto en la Casa Rosada y en diciembre del año pasado se dio el lujo de poner a Fernando Fraguío, un hombre de su grupo económico, al frente de la estratégica Secretaría de Industria. Sin embargo, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, no dudó en ser el primer empresario en suspender trabajadores debido a la incipiente caída en la demanda que está provocando la crisis financiera internacional. La decisión se efectivizó ayer en la fábrica de camiones Iveco y generó malestar en el Gobierno, no sólo con Rattazzi sino también con Fraguío, quien hasta diciembre fue el titular de esa firma.

El malestar surge porque Ratta-zzi no sólo se benefició con el espectacular crecimiento que registró la industria automotriz en los últimos años sino también con algunas decisiones oficiales como la flamante ley 26.393 de Desarrollo y Consolidación del Sector Autopartista Nacional. Esta norma, aprobada por el Congreso el 25 de junio, prevé reintegros del 8 por ciento sobre el total de las autopartes que las terminales automotrices adquieran localmente durante el primer año, 7 por ciento en el segundo y 6 por ciento en el tercer año, pero además contempla incentivos para los que fabriquen motores y cajas de transmisión con piezas locales.

En el caso de las cajas, la ley aclara en el artículo 16 que ese benefició sólo rige cuando se trata de modelos nuevos o de la ampliación de la capacidad de producción existente y casualmente Fiat acaba de lanzar un proyecto para construir nuevas líneas con el objetivo de lanzar la caja C514, que estará lista en 2010. Por lo tanto, la empresa fue una de las principales beneficiadas con esa cláusula.

Pese a obtener este tipo de ventajas, Rattazzi crítica al Gobierno cada vez que tiene la oportunidad. Durante el lockout de las entidades rurales, se manifestó en contra de las retenciones y afirmó que “en vez de dar discursos fogosos y casi surrealistas hay que retrotraer la situación a antes del conflicto y sentarse a discutir”. Cuando el foco de atención pasó a ser la suba de precios sostuvo que la inflación en el país era “gravísima” y que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “tiene una visión paleolítica de la economía, de la Era de Piedra”. Ahora volvió a dar la nota al suspender, en principio por 24 horas, a casi mil trabajadores de Iveco en Córdoba, alterando nuevamente los nervios en la Casa Rosada. Sin embargo, los antecedentes de Rattazzi hacían prever una salida de esas características. Lo que cuesta entender es la influencia que tiene este empresario en el diseño de la política industrial.

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