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En el Gobierno dicen que ya está redactada la carta de intención que será la base del acuerdo a firmar con el Fondo Monetario. Desde Washington, en cambio, hablan de “buenas discusiones” y de “algunos progresos”. E insisten con la necesidad de resolver el tema de los amparos y el ajuste de las tarifas públicas. Pero todo indica que el acuerdo está encaminado. Así, hacia el fin de semana el ministro Roberto Lavagna podrá revisar el borrador final de la carta de intención que redactaron conjuntamente en los últimos días los negociadores argentinos y los técnicos del FMI.
“Estamos muy próximos a recibir una nueva propuesta de carta de intención del FMI”, dijo ayer el jefe del gabinete de ministros, Alfredo Atanasof. En declaraciones a periodistas, el funcionario sostuvo que a partir del envío de esas pautas desde Washington “será posible hablar de realidades y no de especulaciones” respecto de la fecha en que se producirá el demorado acuerdo.
Pero desde Washington fueron más cautos. “Hemos tenido muy buenas discusiones e hicimos algunos progresos en la negociación”, afirmó el vocero del Fondo, Thomas Dawson. “No puedo decir cuáles serán los últimos pasos, pero repetiría lo que dijo la subdirectora gerenta, Anne Krueger, ayer (por el miércoles) en Estocolmo: no hemos estado hablando de cifras aún”, agregó. Consultado por los condiciones puntuales todavía pendientes, Dawson respondió que “hubo cierto progreso en el aspecto fiscal”. Pero destacó que “el asunto de los amparos y del ancla monetaria aún no está completo”.
El vocero del FMI también dejó en claro que, tras el incumplimiento del gobierno de Duhalde de un vencimiento por 250 millones con el Banco Mundial, la sangre no llegará al río. “Es lamentable, pero creo que todos estamos al tanto de la difícil situación que han estado enfrentando las autoridades argentinas. No creo que sea un desarrollo totalmente inesperado”, señaló. En tanto, aseguró que dicho incumplimiento “no afectará nuestra determinación de trabajar con las autoridades para ver cómo podemos ayudarlas”. De hecho, ayer el Ministerio de Economía difundió un comunicado ratificando que continúan las negociaciones también con el Banco Mundial (ver aparte).
El sábado por la mañana aterrizará en Buenos Aires, después de permanecer dos semanas en Washington, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien lideró las negociaciones con los funcionarios del Fondo. De inmediato se entrevistará con Lavagna y juntos analizarán una a una las condiciones plasmadas en la carta de intención.
Según pudo saber este diario, la cuestión de los amparos, si bien sigue presente en el discurso del Fondo, ya no es un tema crucial. Nielsen habría logrado convencer a los técnicos fondomonetaristas que la caída de depósitos se revirtió fuertemente a partir de agosto, así como también menguó la salida de fondos vía amparos. Sí sería fundamental en las negociaciones dar certidumbre de que la Corte Suprema no avalará los fallos judiciales en primera y segunda instancia que declaran la inconstitucionalidad de la pesificación, el corralito y hasta el canje optativo de depósitos por bonos. Por eso, la postergación hasta el miércoles próximo de una definición respecto del juicio político a la Corte en Diputados puede ser un elemento que alargue los tiempos de definiciones con el Fondo.
El otro tema clave de la carta es el compromiso del Gobierno de ajustar las tarifas de los servicios públicos privatizados. Al respecto, como adelantó Página/12, el Ministerio de Economía encontró una fórmula legal, a partir de los marcos regulatorios, para aumentar las tarifas de gas y luz, a más tardar, en diciembre y a partir de allí disponer otro incremento en marzo. Aunque todavía quedarían pendientes los ajuste en el resto de servicios públicos, esa señal bastaría, en principio, para destrabar las negociaciones con el FMI.
En cuanto a los alcances del acuerdo que se firmaría, en Economía se entusiasman con la posibilidad de que pueda cubrir la refinanciación detodos los vencimientos de deuda con el FMI, el Banco Mundial y el BID hasta diciembre de 2003. Un estrecho colaborador de Lavagna dijo a este diario que “eso está cerrado”. Sin embargo, el Fondo establecería una cláusula para reabrir las negociaciones a mediados del año próximo, apenas asumiera el nuevo gobierno.