La Bolsa de Nueva York vivió ayer una nueva jornada de histeria. Luego de operar casi toda la rueda en positivo, los principales indicadores estadounidenses se cayeron en el tramo final hasta perder más de 3 por ciento. Los anuncios de rescate para las automotrices, el inicio del programa de ayuda financiera a los primeros nueve bancos en problemas y la recuperación en las ventas de casas nuevas no alcanzó para sostener la recuperación registrada en las primeras horas. Se conoció también que el Goldman Sachs intentó ser comprado por el Citigroup.

Wall Street abrió en positivo una semana en la que se espera comiencen a cristalizarse las ayudas por 125.000 millones de dólares a los nueve bancos más grandes de Estados Unidos. Por su parte, la Casa Blanca informó que las compañías de financiación de las automotrices serán incluidas en el megasalvataje de 850.000 millones de dólares aprobado por el Congreso.

El índice industrial Dow Jones, que operó levemente en positivo durante toda la jornada, cerró con un retroceso de 2,4 por ciento. El Standard & Poor’s 500 perdió 3,2 por ciento, mientras que el Nasdaq cedió 3 por ciento.

La reunión de hoy y mañana de la Reserva Federal, en la que puede llegar a decidirse un nuevo recorte de sus tasas de interés, estuvo también bajo la lupa de los operadores. En el mercado, la mayoría de los analistas estima que la Fed podría reducir la tasa por primera vez en 50 años a un nivel de uno por ciento.

El dato más difícil de digerir por el mercado fue la venta de viviendas a estrenar. Si bien se registró un avance en la cantidad de casas vendidas, el incremento de 2,7 por ciento en septiembre se debió a un desplome de los precios. Los valores de las viviendas se hundieron 9,1 por ciento, el más bajo desde 2004.