Martes, 2 de diciembre de 2008 | Hoy
ECONOMíA › EL GOBIERNO POSTERGó LA PRESENTACIóN DEL PLAN AUTOMOTRIZ HASTA EL JUEVES
Débora Giorgi pidió más tiempo para interiorizarse sobre la propuesta que, en líneas generales, sigue siendo la misma que anticipó Página/12: financiamiento público para comprar modelos baratos que a su vez serán rebajados por las empresas.
Por Fernando Krakowiak
El anuncio del plan destinado a reactivar a la industria automotriz, que se iba a realizar hoy por la tarde, finalmente quedó pospuesto para el jueves. Fuentes oficiales señalaron a Página/12 que la demora se debe a un pedido de la flamante ministra de la Producción, Débora Giorgi, que pidió más tiempo para interiorizarse sobre la propuesta y tener injerencia en algunos detalles. Hasta el momento, quien viene comandando la negociación es el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Por lo tanto, Giorgi tendrá la oportunidad de ver cuál es su margen de acción. Mientras tanto las terminales automotrices siguen presionando para obtener mayores beneficios amenazando con más despidos y suspensiones.
Formalmente Moreno es el secretario de Comercio Interior, pero en los hechos ha venido trabajando como si fuera el jefe de gabinete de Economía, interviniendo en todos los sectores donde surgen conflictos. En este caso, apenas los empresarios de la industria automotriz concretaron las primeras suspensiones de personal y amenazaron con despidos, los citó en su despacho de Diagonal Sur y Chacabuco y les dejó en claro que la prioridad del Gobierno para los próximos meses es preservar el empleo. “No los quiero ver que vuelven tostados de Punta del Este y empiezan a despedir gente. Eso sólo lo deberían hacer si antes tienen la casa hipotecada”, les dijo en uno de los encuentros. El funcionario también les aseguró que el Gobierno estaba dispuesto a alentar la demanda para mantener el nivel de actividad, pero que ellos tienen que hacer un esfuerzo.
Fue a partir de esas definiciones que se empezó a diseñar el plan que contempla créditos a cinco años, a una tasa de interés que será muy baja, para financiar la compra de uno o dos modelos económicos por terminal, los cuales se ofrecerían con descuentos de hasta un 25 por ciento, esfuerzo, este último que debería ser compartido entre terminales y concesionarias. La mayoría de los vehículos baratos son producidos en Brasil, pero la intención oficial es no discriminar por origen del coche al momento de otorgar el financiamiento porque el gobierno de Lula da Silva hizo lo propio con medidas similares aplicadas en otros sectores para alentar la demanda en su país.
A cambio de las rebajas que tendrán que ofrecer, las empresas quieren que el Gobierno las compense agilizando los reembolsos del IVA o que el crédito fiscal pueda ser utilizado para el pago de impuestos. Incluso algunos fueron más allá y solicitaron dejar de pagar las contribuciones patronales al menos hasta mediados del año próximo. Exigencias empresarias de ese tipo son las que ayer hasta última hora se estuvieron analizando en el Gobierno, aunque la intención oficial es no otorgar demasiadas concesiones, pues tienen claro que en los últimos años el sector automotriz fue uno de los que obtuvieron mayores beneficios de parte del gobierno nacional y de las provincias.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se encargó ayer, por ejemplo, de enrostrarles a las terminales todas las ventajas que tienen al criticarlas por la decisión de suspender gente frente a la primera adversidad que se les presenta en cinco años. “Tienen reducción de los impuestos, no pagan por las nuevas inversiones, tienen un subsidio de 400 pesos por mes durante dos años por cada puesto de trabajo que han incorporado y tienen reducción del costo de la energía eléctrica”, recordó Schiaretti.
“En Córdoba, donde han tenido el respaldo del Estado, en vez de despedir a los trabajadores, (espero) que encuentren mecanismos acordados con el gremio para evitar los despidos. No debo decir yo cuáles son los mejores mecanismos”, advirtió el gobernador, molesto por las suspensiones en las plantas de Volkswagen e Iveco.
A nivel nacional la situación es similar. El Gobierno les dio a las automotrices un lugar privilegiado que no sólo se evidenció en medidas de estímulo para el sector, sino también en el nombramiento de algunos funcionarios provenientes del sector en puestos clave. El caso más claro es el del secretario de Industria, Fernando Fraguío, que antes de asumir el cargo se desempeñaba como presidente de Iveco. Otro ejemplo es el de Luis Ureta Sáenz Peña, ex presidente de Peugeot-Citroën y titular de la Asociación de Fábricas de Automotores de la Argentina (Adefa), que fue nombrado embajador en París apenas Cristina Fernández de Kirchner asumió la presidencia.
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