A pesar de que se intensificaron los controles para evitar que continúe la fuga de capitales, la demanda especulativa volvió a fogonear la cotización del dólar. Con una oferta casi inexistente, los pedidos elevaron por decimoquinta vez consecutiva la divisa en el mercado mayorista, a 3,396 pesos, valor que no experimentaba desde fines de 2002. Incluso la intervención oficial logró contener la escalada inicial que lo situaba en 3,399 pesos. En agencias y casas de cambio replicó la tendencia y el billete sumó dos centavos, a 3,41 pesos. La Bolsa porteña rebotó al compás de los mercados internacionales.

En el circuito cambiario reconocen cierta merma en la demanda de dólares, pero advierten que aún existen grietas en el sistema para la fuga de capitales. El límite actual para transportar efectivo durante un viaje internacional abre una opción poco elegante, aunque válida, para sacar los dólares al exterior. “Ahora aparecen coleros que, de a 10.000 dólares, se suben a un ferry y sacan el dinero”, dijo a este diario el responsable de una mesa de dinero. Desde el Central no descartan la existencia de ese tipo de accionar, pero prefieren apuntar al grueso. “Lo que se pueden llevar en la mano es mínimo”, afirmó a Página/12 una fuente del organismo.

Sin embargo, los cambistas insisten en que el goteo (la salida de montos pequeños) es la que termina erosionando el sistema. “Sólo hay que ver la evolución de los depósitos en el país y, por ejemplo, compararlo con el comportamiento de las colocaciones en Uruguay”, agregó el operador. En la Argentina, la caída de los depósitos a partir de fines de octubre al 21 de noviembre (el dato más cercano) fue de 500 millones de pesos, según el Banco Central. En tanto, la página oficial del Banco Central de Uruguay informa un incremento de 200 millones de dólares en depósitos en moneda extranjera de “no residentes” en el país durante el último mes y de más de 700 millones desde julio pasado.

La falta de ofertas debido a la ausencia de los exportadores intentó ser compensada por ventas del Central y del Nación. Pero, más allá de amortiguar la escapada inicial, no lograron evitar un nuevo escalón en el segmento mayorista. En ese contexto, el BC incrementó en 25 millones de dólares sus reservas por compra de divisas y otros 25 por revaluación de activos. El stock quedó finalmente en 46.074 millones de dólares, mientras que el volumen operado en cambios fue de 342 millones.

La Bolsa porteña consiguió recuperar parte del derrumbe previo, luego de que se conociera que Estados Unidos había entrado oficialmente en recesión. Por su parte, las automotrices presentaron en el Congreso estadounidense sus planes de reestructuración para el próximo año, con los que pretenden presionar para que se les otorgue un rescate.

El Merval arrojó una mejora de 2,9 por ciento. Entre los bonos que se ofrecieron con el canje de la deuda sobresalió el Par en pesos, con un alza de 10,2 por ciento. El Descuento quedó 8,5 arriba y el cupón PBI ganó 1,5 por ciento.