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Las administradoras privadas de fondos de jubilados están de capa caída en Latinoamérica. Las AFP chilenas –pioneras en la región en este tipo de regímenes– perdieron el año pasado el 22,5 por ciento de sus fondos, como consecuencia directa de la crisis financiera internacional. Según la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensiones del país trasandino, las pensiones totalizaron los 74.313 millones de dólares, con una disminución de 21.556 millones en relación a 2007. En Brasil, las administradoras privadas perdieron cerca de 20.000 millones de reales (unos 8770 millones de dólares). Chile fue el padre de la criatura que engendró en Argentina el sistema de AFJP, hoy desmantelado a partir de la reciente nacionalización y puesta en funcionamiento de un renovado sistema solidario de reparto.

De los 21.186,8 millones de dólares que perdieron las AFP chilenas, unos 15.000 millones están invertidos en el extranjero. La Superintendencia chilena informó que de las cinco modalidades en las que están divididos los fondos, de acuerdo con el nivel de riesgo de sus inversiones, todas tuvieron rentabilidades negativas. El fondo A, el de mayor riesgo del sistema, con un 80 por ciento de sus inversiones en renta variable, tuvo entre enero y diciembre de 2008 una rentabilidad negativa del 40,26 por ciento. Los jubilados no estarán muy contentos.

Según datos de la Asociación Brasileña de Entidades Cerradas de Pensión Complementaria, el patrimonio de los fondos de pensiones se redujo desde los 435.000 millones de reales (unos 190.789,5 millones de dólares) a finales de 2007, hasta los 415.000 millones de reales (unos 182.017,5 millones de dólares) a finales del año pasado. Si bien las pérdidas son menores que las del sistema chileno, marcan una tendencia de que las jubilaciones, atadas a la timba financiera, no son un buen negocio para los jubilados.

“No hay motivo para nerviosismo. El sector está sólido, tiene liquidez y está capitalizado para honrar sus compromisos”, manifestó el coordinador de la comisión de inversiones de la Asociación de Pensiones Complementarias, Antonio Jorge da Cruz. Según este funcionario, el impacto de la crisis financiera sobre los aportes de los trabajadores “es prácticamente nulo, a diferencia de lo ocurrido en otros países, en donde miles de personas han tenido que aplazar su jubilación –como en Estados Unidos– debido a las caídas de las Bolsas de valores”.