Desde Jerusalén

Aviones de la fuerza aérea israelí bombardearon dos hospitales completamente equipados en Gaza, según declararon ayer fuentes de la organización cristiana Cáritas, fundadora de los centros médicos. Cáritas declaró que sus clínicas en el barrio de Al Meghazi fueron “completamente destruidas” el pasado viernes por un misil israelí, así como alrededor de 20 casas vecinas. Las pérdidas en equipos médicos se estiman en diez mil dólares.

Veinticuatro horas más tarde otro hospital de la asociación Ayuda Cristiana fue demolido por un ataque aéreo que siguió a un llamado de las autoridades israelíes en el que advertían a los que se encontraban allí que abandonaran las instalaciones en un plazo de quince minutos. “En el hospital sólo disponíamos de una sala para que las madres pudieran traer a sus hijos para revisaciones generales”, declaró Janet Symes, directora para Medio Oriente de la asociación humanitaria. “Ahora sólo hay ruinas”, agregó, pidiendo por un alto al fuego inmediato.

Mientras, una buena parte de las 1200 camas que Egipto reserva en sus hospitales para los heridos palestinos ya fueron ocupadas, a pesar de que los heridos son más de 4000 y los hospitales de la Franja, entre ellos el Hospital Shifa, ya están saturados. Ello se explica por el alto riesgo que implica en estos momentos evacuar heridos a través de la frontera sur sin ser alcanzado por algún bombardeo o disparo de artillería. La Cruz Roja, por su parte, está revisando todos sus mecanismos de evacuación de heridos luego de que uno de sus camiones fue alcanzado por fuego israelí.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.