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El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, defendió ayer los incrementos que se aplicaron en la provincia sobre el tributo inmobiliario. El mandatario provincial rechazó la calificación de “impuestazo” al ajuste y aseguró que tendrá como destino “apuntalar los hogares más humildes”. De la revaluación quedarán eximidos los propietarios de más de un millón y medio de viviendas.

“Yo quiero que esta vez no sean los pobres los que soporten sin ayuda el peso de la crisis, como pasa siempre en la Argentina, sino que sea al revés, mejorar la situación”, argumentó Scioli. El funcionario minimizó el impacto del incremento que se aplicará sobre el 8 por ciento de las propiedades bonaerenses, lo que se suma al ajuste en las tarifas de aguas y cloaca desde marzo (ver aparte).

El proyecto de la agencia recaudadora que conduce Santiago Montoya, que entraría en vigencia hoy, estipula que 252.000 viviendas sufrirán un ajuste de entre 12,5 y hasta 20 por ciento. Con la medida, según cálculos oficiales, se recaudan para el Estado provincial “ocho millones de pesos más sobre los 1100 millones actuales”. “Aquí lo que se ha orientado fundamentalmente es a la igualdad, a la distribución del ingreso”, reiteró Scioli.

El 1,5 millón de viviendas que quedará eximido del pago del impuesto corresponde a propietarios de viviendas humildes, jubilados y veteranos de Malvinas de la provincia de Buenos Aires.