ECONOMíA › ETAPA DEFINITIVA EN LA NEGOCIACION CON EL FMI. VIAJA NIELSEN
Una visita para limar las diferencias
La negociación con el FMI entró en una etapa definitoria. Las opciones son que en las próximas tres semanas se resuelvan los temas pendientes y se firme un acuerdo o que la Argentina extienda la cesación de pagos a los organismos internacionales. Con el reloj puesto en cuenta regresiva, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el director gerente del Fondo, Horst Koehler, se comunicaron ayer para buscar una solución a los temas pendientes. La charla telefónica tuvo lugar por la tarde. Allí se convino que una misión de funcionarios argentinos viaje a Washington. El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, partirá mañana con dos de sus asesores y otros tantos funcionarios del Banco Central. De acuerdo con el resultado de esas gestiones, Lavagna se sumará a la comitiva el próximo miércoles.
Las últimas declaraciones de miembros del Gobierno y del propio FMI hacían suponer que el viaje sería para ponerle la firma al acuerdo. Sin embargo, desde Economía dijeron con insistencia que “ni la partida de Nielsen ni la de Lavagna significan que haya un cierre inminente de las negociaciones, sino que son esfuerzos orientados a conseguir ese objetivo”.
La intención primaria de esa desmentida fue bajar las expectativas por el encuentro cara a cara con las autoridades del FMI, para evitar que un eventual regreso sin gloria de los funcionarios sea leído por la opinión pública y por los mercados como un nuevo fracaso. Pero cerca de Lavagna pusieron las cosas en otra perspectiva, al remarcar que “persisten diferencias en varios puntos”. Uno de los colaboradores del ministro deslizó, incluso, que “si no se firma en noviembre no es la muerte de nadie”.
Las dos principales controversias pasan por el aumento de tarifas de los servicios públicos y por la suba de impuestos para cerrar 2003 con un mayor superávit fiscal, que permita disponer de divisas para volver a pagar la deuda. También se debate por el ajuste en las provincias y por la eliminación de los controles cambiarios. “Ahora estamos definitivamente en una negociación a término con el FMI, estamos muy próximos en lo que hace a plazos y a contenidos. Por supuesto, la Argentina va a aprobar los términos que más le convengan”, señaló el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, tratando de moverse entre el optimismo y los límites que marcó Lavagna en la negociación.
El jefe de Hacienda dialogó ayer con Koehler para tratar de encaminar la negociación. El principal apoyo del Gobierno para alcanzar el acuerdo es el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que teme que un eventual quiebre de las negociaciones agrave la situación en el país, al mismo tiempo que Brasil atraviesa momentos complicados. Si ambas economías cayeran en una crisis severa al mismo tiempo, el resto de los países de la región podrían caer en un efecto dominó. Ese respaldo político es lo que da esperanzas al Gobierno de que se solucionen las cosas.
Nielsen se entrevistará con John Thornton, jefe del caso argentino, y con Anoop Singh, director del Departamento de Asuntos Especiales. Si Lavagna se incorpora a las conversaciones, también lo harían Kohler y Anne Krueger.