EL PAíS
Aníbal Fernández, ante la Justicia y Cárdenas con pedido de captura
En la causa por supuestas coimas en el Senado, declaró el ministro de la Producción quien adelantó que la ley cuestionada sería vetada. Cuando regrese al país, el banquero Cárdenas será detenido para que declare.
Por Adriana Meyer
“Después de tantas horas de trabajo se me escapa una palabra en lo de (Luis) Majul y termino sentado acá como testigo”, se quejó el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, tras declarar como testigo en la causa sobre las supuestas nuevas coimas en el Senado. El funcionario fue citado porque en ese programa televisivo había asegurado que “ya había una decisión del Gobierno” para frenar las leyes que preocupan a los banqueros, una de las cuales habría sido objeto de un pedido de soborno. Y ayer ante el juez federal Claudio Bonadío lo ratificó. Por otra parte, el juez federal Claudio Bonadío ordenó el “comparendo compulsivo” de Emilio Cárdenas apenas llegue a cualquier punto de frontera. Este banquero es uno de los cuatro que se quejaron ante los embajadores británico y norteamericano por la media sanción que dio el Senado a leyes que perjudican sus intereses.
Ayer se jugó un nuevo capítulo de la pulseada que mantiene el juzgado con los abogados del ex embajador ante la ONU y miembro del directorio del banco HSBC. Cárdenas había sido citado para ampliar su declaración testimonial pero no se presentó porque estaba fuera del país. Bonadío dictó una orden de captura que fue apelada. El martes el abogado Alejandro Novak se presentó en Tribunales para preguntar sobre esa apelación y para saber si el magistrado había fijado una nueva fecha para la testimonial, según explicó a Página/12 su socio, Oscar Salvi. Una alta fuente del juzgado relató que en esa oportunidad Novak le habría dicho a una empleada que si no levantaban el pedido de captura Cárdenas permanecería en el exterior. Bonadío lo tomó como una amenaza y denunció al letrado ante el Colegio Público de Abogados por considerar que había cometido una “falta ética”. Salvi sostuvo que “eso es mentira”, que su socio “no dijo eso”. En el juzgado explicaron que la orden de detener al banquero apenas cruce la frontera fue porque “no hay confianza de que el testigo se presente a declarar”. Consideran que “se fugó” cuando ya estaba notificado de la citación, que las explicaciones que dieron sus abogados fueron mentirosas porque dijeron que estaba en Sudáfrica cuando se hallaba en Uruguay, y que no se iba a Nueva York sino hasta una semana después. Salvi aclaró que le informaron al juzgado que el periplo del banquero “culminaba” en Sudáfrica, y que desconocían sus pasos previos por lo cual no los informaron. “Estamos absolutamente desorientados sobre cuál es el sentido de esta pesquisa”, se quejó el abogado.
Tal como había anticipado Página/12, Fernández fue convocado por sus dichos en el programa de Majul y de Oscar Gómez Castañón. En esa oportunidad el funcionario desmintió que el freno del Gobierno a las leyes que preocupan a los banqueros haya sido a pedido del FMI. El Financial Times había relatado que los banqueros fueron a ver a los diplomáticos para pedirles que propiciaran dilatar el acuerdo de Argentina con el organismo internacional para que el Gobierno frene las iniciativas legislativas que los perjudican. “Esa ley no tendría que haber salido”, dijo Fernández en el programa “La Cornisa”. Y ayer lo reiteró ante el juez. “Nos sorprendimos nosotros también con la media sanción, sino hubiéramos hecho algo para modificarlo”, expresó. Fernández reiteró que cuando se conocieron las pretensiones del Fondo él salió a decir que el Gobierno pensaba parar las normas mencionadas. El ministro negó haber expresado esta decisión a los banqueros antes de la media sanción que tuvieron las leyes. Los investigadores especulaban con que, si los hombres de finanzas hubieran tenido ese dato, no hubieran acudido a quejarse a sus embajadores ni habrían hablado de coimas.