La polémica sobre el nivel de actividad que registró la industria en febrero sumó ayer un nuevo capítulo. Luego del cuestionamiento implícito que formuló la UIA al difundir un índice propio que marca una caída ocho veces mayor que la oficial (-12,2 contra -1,5 por ciento), el Indec emitió un comunicado titulado “Estadísticas industriales versus utilización política de las estadísticas”, donde respaldó los resultados del Estimador Mensual Industrial. La réplica del organismo llegó un día después de que la ministra de Producción, Débora Giorgi, embistiera contra el documento de la entidad fabril.

El Instituto destacó que el equipo que elabora el EMI “está compuesto por una importante cantidad de profesionales de alta calificación, con vasta trayectoria en el estudio de ese tipo de indicadores y en el análisis de grandes volúmenes de información”. “Esto constituye un valor agregado importante respecto de otras instituciones o agencias que producen información estadística, las que generalmente no cuentan con la capacidad operativa y profesional del órgano oficial de estadística”, sostuvo en obvia referencia a la limitada capacidad del Centro de Estudios de la UIA que dirige Martín Etchegoyen.

En cuanto a “la afirmación acerca de que los datos que brindan el Indec y la UIA no serían coincidentes –señaló el comunicado–, ello debe atribuirse a que las metodologías utilizadas tienen diferencias que, en varios aspectos, resultan significativas”. En ese sentido, explicó el organismo, “para elaborar el EMI, el Indec utiliza fuentes más amplias que las que indaga la UIA; en efecto, el Instituto consulta principalmente a un importante número de empresas, así como también a organismos públicos, además de las distintas cámaras empresarias”. Y resaltó: “Las ponderaciones entre los distintos sectores de actividad industrial son diferentes en ambos indicadores, tanto a niveles agregados (bloques) como a menores niveles de agregación (rubros)”.

Como ejemplo, indicó que “mientras la UIA considera para su estimación preliminar el rubro ‘Madera y muebles’, en el EMI elaborado por el Indec, dicho sector no se considera”. También el EMI aclara que la fabricación de fibras sintéticas, que en febrero sufrió una fuerte caída, se presenta en el bloque correspondiente a la industria textil y no en el de productos químicos, como lo hace la UIA.

Respecto de la medición de la producción en la industria automotriz, señala que, “tal como se menciona cada mes en el comunicado del Indec, la diferencia reside en que, en dicho informe, las unidades producidas en cada categoría de vehículos se pondera por los respectivos valores de producción del año 2004”.

El Indec sostuvo además que “si la industria manufacturera hubiera caído en la magnitud que señala dicho informe (el de la UIA), la recaudación por aportes patronales habría disminuido significativamente en el mes de febrero de 2009 respecto de igual mes del año anterior”. El organismo oficial rechazó también que la economía argentina esté en recesión, como sostuvo la entidad fabril.

“Para realizar afirmaciones respecto del comportamiento del sector manufacturero y de la economía en su conjunto es necesario analizar los resultados de un conjunto de indicadores y no tomarlos aisladamente”, aseguró el organismo. “Técnicamente se considera que una economía entra en recesión cuando presenta dos trimestres consecutivos de caída, por lo que resulta inconsistente afirmar que la economía se encontraría en un proceso recesivo porque la actividad industrial, según el informe de la UIA, viene cayendo desde noviembre”, agregó. Además, destacó que “febrero de 2007 y de 2009 constituyen los guarismos más elevados para ese mes, desde 2002”. En el informe de la UIA se destacó que la utilización de la capacidad instalada se incrementó en febrero de 2009 respecto de igual mes del año anterior, pasando de 72,4 a 73,7 por ciento. Para el Indec, ese es otro dato que demostraría que ni siquiera la industria entró en recesión. “De hecho, la utilización de la capacidad instalada para febrero alcanzó prácticamente iguales valores que para el mismo mes de 2007 (73,8 por ciento), cuando la economía se encontraba en plena expansión”, subrayó la entidad.

El Indec buscó defender con argumentos técnicos la estadística oficial, pero la polémica con la UIA va mucho más allá de lo técnico. En el Gobierno interpretaron el informe de la entidad fabril como un nuevo elemento de presión en favor de una mayor devaluación del peso. Además, el martes se renovará la cúpula de la entidad y quienes llegan tienen un perfil más opositor con relación a la conducción actual. De presidente irá Héctor Méndez, referente del sector plástico, y como vices estarán Federico Nicholson (Ledesma) y Cristiano Rattazzi (Fiat).