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Funcionarios del área energética de Argentina y Bolivia retomarán el próximo lunes en Santa Cruz de la Sierra las conversaciones a nivel técnico para avanzar en proyectos de integración bilateral en materia gasífera. El temario comprende desde la provisión de gas natural durante el próximo período invernal hasta la posibilidad de activar el tendido del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), postergado a la espera de que Bolivia garantice la provisión de los volúmenes de gas que justifiquen la obra.

En lo inmediato, el ministro de Planificación, Julio De Vido, recibió esta semana en su despacho al presidente de la estatal YPFB, Carlos Villegas, con quien repasó los temas centrales de la agenda energética bilateral. La empresa boliviana se comprometió a proveer a la Argentina un volumen de hasta 6,5 millones de metros cúbicos diarios durante el invierno, lo que significa una mejora respecto de lo suministrado en los últimos dos años, a pesar de la existencia de un convenio por el cual Argentina pretendía comprar hasta 7,7 millones de metros cúbicos diarios.

La garantía de un mayor suministro se explica en que Brasil, el otro comprador de gas boliviano, está requiriendo menos de los 30 millones de metros cúbicos diarios contratados, antes que por un incremento de la producción de gas. Brasil está consumiendo entre 18 y 24 millones de metros cúbicos.

Como consecuencia de la caída de la cotización internacional de los hidrocarburos, por estos días Bolivia está vendiendo a la Argentina un promedio de cinco millones de metros cúbicos a un precio que ronda los 4,5 dólares por millón de BTU, lo que implica una baja superior al 50 por ciento respecto de los precios pagados en el invierno de 2008. El año pasado la cotización del gas boliviano de exportación llegó a sus máximos históricos, superando los 10 dólares el millón de BTU para Argentina y más de ocho dólares para Brasil, en el último trimestre.