El Banco Central de la República Argentina formalizó con el Banco Popular de China el acuerdo de canje (swap) de monedas de cada país, por un monto equivalente a 10.200 millones de dólares (70.000 millones de yuanes y 37.000 millones de pesos). El período efectivo del acuerdo será de tres años y podrá extenderse a partir de un acuerdo entre ambas partes. Desde el Central explicaron que la iniciativa está dirigida a brindar liquidez contingente en la moneda del otro país, “incrementado así la capacidad potencial de cada banca central para hacer frente al escenario global de fuerte volatilidad financiera”. Con esta formalización, que contó con el aval político de la Casa Rosada, la autoridad monetaria dejó claro que los yuanes no se utilizarán para el comercio con China, como había especulado la UIA en un primer momento.

“El swap de monedas alcanzado es un acuerdo contingente para que los bancos centrales dispongan de liquidez en la moneda del otro país. Es contingente porque las transacciones (provisión de liquidez en la moneda del otro país) se efectuarán sólo cuando sea necesario y adecuado”, indicó el Central a través de un comunicado. En diálogo con Página/12, un colaborador cercano a Martín Redrado, titular del Central, ratificó que no se pagarán intereses por el no uso de la línea y que la misma “no presenta ninguna condicionalidad como lo hace el FMI”.

El Central también explicó que “en caso de utilizarse, la liquidez debe destinarse a los usos que se hayan acordado”. Según indicaron desde la autoridad monetaria a este diario, no está permitido utilizar los yuanes para remunerar las exportaciones chinas. “Si China quisiera colocar hostilmente importaciones en el país, podría tranquilamente financiar a sus exportadores o importadores locales”, graficaron a Página/12 desde el Central.

Según las normativas locales que rigen el Mercado Libre de Cambio desde 2002, las transacciones comerciales con otros países tienen que cerrarse en dólares. Es decir que ni el Central ni la Aduana –por sus respectivas regulaciones– permitirían el pago de exportaciones/importaciones con yuanes. Con el único país que Argentina puede reemplazar la moneda norteamericana es con Brasil, ya que el año pasado ambos países suscribieron un convenio para la utilización de pesos y reales en el intercambio comercial.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, destacó ayer la situación de fortaleza de Argentina, “al contar con un nivel de reservas de unos 46.400 millones de dólares”, a lo que le sumó el acuerdo que la autoridad monetaria rubricó con el Banco Popular de China.

Los swap de monedas son operatorias financieras entre las bancas centrales, que se han intensificado en los últimos meses debido a la profundidad de la crisis internacional y a la incertidumbre acerca de la evolución financieras y a la previsible dificultad de acceso al crédito global de los próximos meses.

“Para la Argentina, este acuerdo es relevante porque pone a disposición un monto muy significativo de una moneda que cada vez adquiere un rol más relevante. Los yuanes no formarán parte de las reservas internacionales del Central, pero podrán ser utilizadas para realizar operaciones financieras con contrapartes que necesiten dólares, por ejemplo el Tesoro”, puede leerse en el texto del acuerdo.

Para ejemplificar esta operatoria, el Central citó que en Hong Kong, Nueva York y Londres existe un mercado de intercambio entre el yuan y otras monedas como el dólar, el euro y el yen. “Los yuanes no formarán parte de las reservas internacionales y de ninguna manera podrán ser utilizados con otro destino que no sea el fortalecimiento de las condiciones financieras en las respectivas economías”, concluyó la autoridad monetaria.