[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El Indicador Sintético de Energía (ISE) registró, entre los meses de febrero y marzo del corriente año, una variación positiva del 12,7 por ciento en la serie con estacionalidad y del 0,2 en términos desestacionalizados. En forma interanual, la caída es de 4,3 y 4,4, respectivamente. En cuanto a las perspectivas del sector energético para el segundo trimestre del año 2009 respecto de igual período de 2008, el 54,5 por ciento de las empresas del sector gasífero tienen previsto realizar nuevas inversiones, en el sector petrolero el 50 y en el sector electricidad el 25 por ciento.

El ISE mide el desempeño del sector energético a partir de un conjunto representativo de formas de energía secundaria, entre las que se consideran las generadas a través de gas licuado de petróleo, naftas, kerosene y combustible para retropropulsión, diesel oil y gasoil y fueloil, entre otros. La producción de petróleo, gas y energía eléctrica cayó en un promedio un 6,1 por ciento en el primer trimestre del año respecto del mismo período del año anterior.

Según las primeras estimaciones realizadas por la Secretaría de Energía y relevadas por el Indec, entre marzo de este año e igual mes del 2008, la elaboración de nafta común bajó 18,9 por ciento, la de premium retrocedió 27,7. Por el contrario, la venta de nafta súper aumentó 9,7 por ciento. También aumentó 11,6 por ciento la producción de diesel, mientras retrocedió 4,0 por ciento el gasoil destinado a centrales eléctricas. Esto se produce en el contexto de una merma del 54,6 por ciento en el precio del crudo en términos interanuales, a causa de la crisis económica internacional. En cuanto a la producción eléctrica, avanzó el 2,2 por ciento entre marzo de este año e igual mes del 2008. Por su parte, la producción de gas cayó 7,1 por ciento en términos interanuales.

Los empresarios de los tres sectores destacaron que esperan una mayor demanda, tanto interna como externa, hasta junio, y que las obras que tienen en marcha apuntan a satisfacer esas necesidades. En tanto, la mayoría (el 62,5 por ciento) considera que la dotación de personal no va a variar, mientras que el 25 por ciento proyecta disminuirla.