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El impago con el Banco Mundial aumentó en forma brusca la demanda de dólares por parte de bancos y empresas. En dos días, el Banco Central vendió 155 millones de dólares, entre dos y tres veces más de lo que lo venía siendo. Este sensible aumento de la demanda hizo que ayer el BC perdiera 13 millones de dólares de sus reservas. La actitud del Central de vender todos los billetes que le pidieron ayudó a que el dólar libre retrocediera dos centavos, hasta 3,57 pesos. En cambio, el BC elevó el dólar oficial en dos centavos, a 3,51 pesos para la venta, haciéndose eco del aumento de la moneda estadounidense de anteayer en el segmento libre.
El nuevo fracaso en las negociaciones con el Fondo cambió las expectativas de los operadores. El Central, que en los días previos al default con el Banco Mundial llegó a ganar más de 80 millones de dólares por día, ahora le tocó perder a consecuencia del aumento de la demanda. En la City creen que esta tendencia continuará en las próximas jornadas ya que, ante la mayor incertidumbre, empresas y bancos se tornan más conservadores y buscan refugio seguro en el dólar. Cuanto más pasajera sea esta preferencia, menores serán las chances de que se recaliente el mercado cambiario.
El principal activo del Gobierno para apaciguar cualquier temblor son las reservas del Central. Al miércoles pasado (último dato oficial) sumaban 9854 millones de dólares, aunque a este monto habría que descontar los 79 millones abonados al Banco Mundial por los intereses vencidos. Para el Gobierno, este stock de divisas es suficiente para defender la actual paridad cambiaria. El otro apoyo clave a la estrategia oficial viene de parte de los controles cambiarios impuestos por el Central, y que ponen coto a la adquisición de billetes por parte de empresas, bancos y particulares a la vez que obligan a los exportadores a liquidar el producto de sus ventas en la ventanilla de la autoridad monetaria. A pesar del drenaje de reservas de ayer, el saldo del mes en el mercado cambiario sigue siendo favorable al Central en 272 millones de dólares. La cautela de los operadores hizo que se restringieran los negocios en el mercado del dólar futuro.